Algunos comentaristas, y mamás y abuelas afligidas de los pilotos que estuvieron en huelga, tildan al mayor accionista de AVIANCA de “extranjero”.
Pero resulta que este empresario recibió de la REPÚBLICA DE COLOMBIA la nacionalidad colombiana. Si señores comentaristas, mamás y abuelas, German Efromovich es tan colombiano como todos ustedes.
Ese “extranjero” de apellido Efromovich trajo su capital y talento empresarial a Colombia, creó empresas en sectores como el hotelero, el petrolero y la agroindustria, rescató a AVIANCA de una agónica crisis y la convirtió en una aerolínea con significativa presencia directa en toda clase de países, y transformó al aeropuerto Eldorado de Bogotá en centro importante de salida y llegada de tráfico aéreo internacional.
Ese empresario de apellido Efromovich con cédula de ciudadanía colombiana (igualitica a la de los comentaristas, mamás y abuelas) es tan colombiano como USTED y YO.
Lo que mas le importa a los actuales usuarios de AVIANCA, incluyendo a millones de pasajeros colombianos, así como a pilotos y trabajadores, es que la aerolínea continúe poderosa, que no decaiga, que siga realzando el nombre de COLOMBIA en el plano internacional, que siga aumentando el tráfico aéreo internacional hacia y desde COLOMBIA.
Por eso viene al caso un comentario de Efromovich relacionado con los pilotos en huelga: “Nosotros no tenemos una máquina de imprimir billetes”.
Cualquier usuario rutinario ha visto como AVIANCA ha continuado expandiendo rutas y destinos. Es una empresa en expansión. Una que, por lo tanto, necesita de grandes cantidades de capital para hacer realidad esa expansión. Una que no ha cejado en su empeño de llegar a nuevos destinos y a aumentar el tráfico de las rutas ya conocidas.
Y esta AVIANCA orgullosa, atrevida, con miras en la estratosfera, es creación de un COLOMBIANO de apellido Efromovich. Colombiano a mucho honor, como diría Jorge Barón en su SHOW DE LAS ESTRELLAS.
Ese “extranjero” de apellido Efromovich trajo su capital y talento empresarial a Colombia, creó empresas en sectores como el hotelero, el petrolero y la agroindustria, rescató a AVIANCA de una agónica crisis y la convirtió en una aerolínea con significativa presencia directa en toda clase de países, y transformó al aeropuerto Eldorado de Bogotá en centro importante de salida y llegada de tráfico aéreo internacional.
Ese empresario de apellido Efromovich con cédula de ciudadanía colombiana (igualitica a la de los comentaristas, mamás y abuelas) es tan colombiano como USTED y YO.
Lo que mas le importa a los actuales usuarios de AVIANCA, incluyendo a millones de pasajeros colombianos, así como a pilotos y trabajadores, es que la aerolínea continúe poderosa, que no decaiga, que siga realzando el nombre de COLOMBIA en el plano internacional, que siga aumentando el tráfico aéreo internacional hacia y desde COLOMBIA.
Por eso viene al caso un comentario de Efromovich relacionado con los pilotos en huelga: “Nosotros no tenemos una máquina de imprimir billetes”.
Cualquier usuario rutinario ha visto como AVIANCA ha continuado expandiendo rutas y destinos. Es una empresa en expansión. Una que, por lo tanto, necesita de grandes cantidades de capital para hacer realidad esa expansión. Una que no ha cejado en su empeño de llegar a nuevos destinos y a aumentar el tráfico de las rutas ya conocidas.
Y esta AVIANCA orgullosa, atrevida, con miras en la estratosfera, es creación de un COLOMBIANO de apellido Efromovich. Colombiano a mucho honor, como diría Jorge Barón en su SHOW DE LAS ESTRELLAS.