En septiembre de 2008, las ventas del comercio al por menor de Colombia experimentaron una caída de 2,5% frente al mismo mes del año anterior. En año corrido a septiembre el aumento fue de 1,1% y en año completo 2,6%.
El único sector del comercio al por menor que registra todavía un alto dinamismo en sus ventas es equipos de informática y de oficina, cuyo aumento en septiembre fue de 38,3% y en año corrido 37,7%. Otros sectores que contabilizan un cierto crecimiento en ventas en año corrido a septiembre son libros y papelería (6,8%), calzado y artículos de cuero (5,2%), ferretería y pinturas (3,8%) y productos de aseo personal y perfumería (3,3%).
En el caso de vehículos automotores y motocicletas hubo un pequeño repunte en septiembre al presentarse un incremento en las ventas de 5,1%, pero a costa de promociones con los precios. El aumento de las ventas de este último sector en año corrido a septiembre fue de 1,8% y en año completo de 6,8%.
Las ventas de electrodomésticos y muebles para el hogar, que fuera uno de los sectores de mayor dinamismo durante 2005-2007, disminuyeron 7,6% en septiembre. En año corrido a septiembre todavía se contabiliza un crecimiento de 1,1% y año completo de 4,2%.
Otros sectores de comportamiento negativo tanto en septiembre como en lo corrido del año fueron artículos y utensilios de uso doméstico (-14,1% y -3,3%, respectivamente), licores y cigarrillos (-2,6% y -2,3%, respectivamente), y alimentos y víveres (-7,2% y -1,9%, respectivamente).
Desde marzo de 2007 cuando la variación acumulada anual de las ventas del comercio al por menor alcanzó un pico de 16% se ha venido presentando, mes a mes sin excepción, una desaceleración hasta llegar al 2,6% actual. Las expectativas pesimistas y los estragos ocasionados por la crisis económica mundial, la menor demanda interna, el aumento de la inflación, la reciente devaluación y en general, unas perspectivas macroeconómicas negativas, llevan a la conclusión de que la tendencia declinante no ha tocado fondo. Así las cosas, ha llegado el momento para el comercio de enfrentar la situación con una muy alta dosis de prudencia en el manejo de los gastos, los inventarios y las inversiones.