En el primer trimestre de 2009 el PIB de Venezuela creció apenas 0,3%, el aumento más bajo desde 2003.
Los analistas esperaban un aumento del superior al 2%. El sector petrolero se contrajo en 4,8%, la industria en 1,1% y la minería en 13,6%. Los ingresos por concepto de las exportaciones de petróleo se redujeron 56%.
En realidad, lo preocupante es la tendencia. En abril, las ventas de automóviles cayeron 60% y los préstamos del sistema financiero se contrajeron en 8,2% en términos reales. A pesar de la abrupta desaceleración económica, la inflación no cede y se mantiene por encima del 30%. La mayoría de los analistas consideran que en 2009 el PIB de Venezuela caerá por lo menos 2%.
Al tiempo que todo esto sucede, aumenta el despelote en el otorgamiento de divisas para las importaciones. General Motors anunció que no le quedará otra salida que cerrar su planta durante tres meses debido a las dificultades para lograr la aprobación de importaciones de piezas y partes por parte de CADIVI. Por otro lado, el gobierno acaba de reducir el número de categorías arancelarias que disfrutan de un sistema de aprobación rápida por parte de esa burocrática y corrupta entidad. Los productos afectados son la carne y otros alimentos, así como las materias primas requeridas en la producción de químicos, textiles, papel y artes gráficas.
El gobierno de Venezuela le debe a los inversionistas extranjeros una considerable suma por las nacionalizaciones que ha realizado. Sin tener en cuenta esa deuda, el déficit fiscal va en aumento. Habría que volverle a preguntar a Hugo Chávez, ¿en qué quedaron las 8 refinerías que ofreció a lo largo y ancho del continente? ¿En qué va su famoso gasoducto que iba a conectar a su país con Argentina? ¿Cómo están operando las empresas que ha nacionalizado? ¿Qué pasa con la situación financiera de su vaca lechera PDVSA?
Los venezolanos se han dado el lujo de despilfarrar un gigantesco capital durante la gestión de Hugo Chávez. Por eso, a pesar de los inmensos recursos que le ha dejado la infraestructura petrolera que construyeron los extranjeros, el país sigue abundante en pobreza. En la Venezuela de Chávez se han olvidado que la riqueza no sólo es para consumirla sino para crearla. Que para crear riqueza se necesita de inversionistas y empresarios. Que la inversión es un acto de abstenerse de consumir en el presente para aumentar el consumo futuro. Y que la buena administración de la riqueza requiere de dueños a los que le duela su pérdida. Si la riqueza es de nadie, tal como lo ha dicho Chávez, el único responsable de cuidarla y de acrecentarla es “don nadie”.
En realidad, lo preocupante es la tendencia. En abril, las ventas de automóviles cayeron 60% y los préstamos del sistema financiero se contrajeron en 8,2% en términos reales. A pesar de la abrupta desaceleración económica, la inflación no cede y se mantiene por encima del 30%. La mayoría de los analistas consideran que en 2009 el PIB de Venezuela caerá por lo menos 2%.
Al tiempo que todo esto sucede, aumenta el despelote en el otorgamiento de divisas para las importaciones. General Motors anunció que no le quedará otra salida que cerrar su planta durante tres meses debido a las dificultades para lograr la aprobación de importaciones de piezas y partes por parte de CADIVI. Por otro lado, el gobierno acaba de reducir el número de categorías arancelarias que disfrutan de un sistema de aprobación rápida por parte de esa burocrática y corrupta entidad. Los productos afectados son la carne y otros alimentos, así como las materias primas requeridas en la producción de químicos, textiles, papel y artes gráficas.
El gobierno de Venezuela le debe a los inversionistas extranjeros una considerable suma por las nacionalizaciones que ha realizado. Sin tener en cuenta esa deuda, el déficit fiscal va en aumento. Habría que volverle a preguntar a Hugo Chávez, ¿en qué quedaron las 8 refinerías que ofreció a lo largo y ancho del continente? ¿En qué va su famoso gasoducto que iba a conectar a su país con Argentina? ¿Cómo están operando las empresas que ha nacionalizado? ¿Qué pasa con la situación financiera de su vaca lechera PDVSA?
Los venezolanos se han dado el lujo de despilfarrar un gigantesco capital durante la gestión de Hugo Chávez. Por eso, a pesar de los inmensos recursos que le ha dejado la infraestructura petrolera que construyeron los extranjeros, el país sigue abundante en pobreza. En la Venezuela de Chávez se han olvidado que la riqueza no sólo es para consumirla sino para crearla. Que para crear riqueza se necesita de inversionistas y empresarios. Que la inversión es un acto de abstenerse de consumir en el presente para aumentar el consumo futuro. Y que la buena administración de la riqueza requiere de dueños a los que le duela su pérdida. Si la riqueza es de nadie, tal como lo ha dicho Chávez, el único responsable de cuidarla y de acrecentarla es “don nadie”.