Así hay que decirlo abiertamente con la evidencia que se dispone a una semana del tragíco evento durante la maratón. Un golpe a la política de Barack Obama de no llamar las cosas por su nombre.
Según lo reporta Mark Arsenault del Boston Globe, Tamerlan, el mayor de los hermanos Tsarnaev, en los meses previos a la maratón se manifestaba como un islamista radical en las reuniones de las mezquitas a las que asistía en Boston. Fueron múltiples los incidentes en los que criticó los puntos de vista mas moderados que se expresaban en esas reuniones.
Por la bomba que no explotó y por el armamento que se encontraba en poder de los hermanos Tsarnaev se presume que iban a realizar otros ataques. En sus enfrentamientos posteriores con la policía salieron a relucir mas explosivos y diversos tipos de armas de fuego.
El FBI ya había interrogado a Tamerlan en 2011 después de que las autoridades de Rusia sugirieron que podía estar vinculado con grupos radicales islámicos. En 2012 visitó la provincia rusa Chechnya sede de uno de los grupos islámicos mas radicales, con amplia experiencia en el montaje de ataques terroristas. Después de este viaje puso varios videos sobre la Jihad en diferentes sitios del Internet.
Queda muchas preguntas por contestar sobre Tamerlan y su hermano menor. Por ejemplo, ¿recibieron apoyo de alguien mas? ¿Dónde y de quién recibieron entrenamiento para el uso de armas? ¿Qué tanto sabía la esposa norteamericana de Tamerlan sobre sus andanzas?
De hecho, Tamerlan fue la quinta persona interrogada por el FBI que se involucró posteriormente en un ataque terrorista. Muchos se preguntan si la prohibición de Obama a que en el gobierno de Estados Unidos se hable de islamismo radical o terrorismo islámico ha afectado la capacidad para combatirlo. Tanto en esta ocasión como con el ataque a la Embajada de Estados Unidos en Libia en 2012 y en varios otros atentados e intentos frustrados de atentados, Obama se ha negado a utilizar la palabra “terrorismo”.
Pero, ¿cuál es el misterio de llamar las cosas por su nombre? Lo que se escucha es que se trata de un esfuerzo para cambiar la percepción del resto del planeta y especialmente del mundo musulmán sobre Estados Unidos. Desde entonces no ha habido voces oficiales que traten de explicar la naturaleza de la ideología extremista musulmana y la necesidad de enfrentar su agenda Jihad.
Queda la sensación de que esta política está siendo interpretada en estos círculos extremistas como señal de debilidad que invita a mas ataques antes que a menos. Lleva además a bajar la guardia sobre el peligro que representan personajes como Tamerlan Tsarnaev que adoptan ideologías que promueven el odio religioso y que se entrenan para realizar inimaginables atentados contra la población civil.
Por la bomba que no explotó y por el armamento que se encontraba en poder de los hermanos Tsarnaev se presume que iban a realizar otros ataques. En sus enfrentamientos posteriores con la policía salieron a relucir mas explosivos y diversos tipos de armas de fuego.
El FBI ya había interrogado a Tamerlan en 2011 después de que las autoridades de Rusia sugirieron que podía estar vinculado con grupos radicales islámicos. En 2012 visitó la provincia rusa Chechnya sede de uno de los grupos islámicos mas radicales, con amplia experiencia en el montaje de ataques terroristas. Después de este viaje puso varios videos sobre la Jihad en diferentes sitios del Internet.
Queda muchas preguntas por contestar sobre Tamerlan y su hermano menor. Por ejemplo, ¿recibieron apoyo de alguien mas? ¿Dónde y de quién recibieron entrenamiento para el uso de armas? ¿Qué tanto sabía la esposa norteamericana de Tamerlan sobre sus andanzas?
De hecho, Tamerlan fue la quinta persona interrogada por el FBI que se involucró posteriormente en un ataque terrorista. Muchos se preguntan si la prohibición de Obama a que en el gobierno de Estados Unidos se hable de islamismo radical o terrorismo islámico ha afectado la capacidad para combatirlo. Tanto en esta ocasión como con el ataque a la Embajada de Estados Unidos en Libia en 2012 y en varios otros atentados e intentos frustrados de atentados, Obama se ha negado a utilizar la palabra “terrorismo”.
Pero, ¿cuál es el misterio de llamar las cosas por su nombre? Lo que se escucha es que se trata de un esfuerzo para cambiar la percepción del resto del planeta y especialmente del mundo musulmán sobre Estados Unidos. Desde entonces no ha habido voces oficiales que traten de explicar la naturaleza de la ideología extremista musulmana y la necesidad de enfrentar su agenda Jihad.
Queda la sensación de que esta política está siendo interpretada en estos círculos extremistas como señal de debilidad que invita a mas ataques antes que a menos. Lleva además a bajar la guardia sobre el peligro que representan personajes como Tamerlan Tsarnaev que adoptan ideologías que promueven el odio religioso y que se entrenan para realizar inimaginables atentados contra la población civil.