Desde el Siglo XVII se han contabilizado 84 huracanes que han aterrizado en New York y sus zonas aledañas. Pero para políticos como Al Gore el mas reciente se originó en el cambio climático.
Pero no solo fue Al Gore, quien se lucra con el tema, el político que salió con el cuento de que el huracán Sandy era un recordatorio de las funestas consecuencias del cambio climático. La misma tesis la sostuvieron Bill Clinton, el gobernador del estado de New York Andrew Cuomo, y hasta Barack Obama.
La costa este de Estados Unidos, toda ella, ha estado siempre expuesta a huracanes, ciclones y tormentas tropicales. Es decir, a condiciones climatológicas extremas. Pero desde que aparecieron los pregoneros del fin del mundo originado en el cambio climático, cualquier huracán o fenómeno climatológico extremo, es atribuido al cambio climático.
Que una infinidad de ignorantes alrededor del planeta responsabilicen al cambio climático cada vez que se presenta uno de estos fenómenos vaya y venga. Pero que políticos de importancia utilicen descaradamente el tema, sin ningún respaldo científico, solo ratifica lo que se sospecha de ellos: que son unos irremediables oportunistas intelectuales.
La región de New Jersey y New York ha sido golpeada, desde que se lleva registro, por huracanes peores que Sandy. El peor de ellos mas reciente fue en 1938, el denominado New England Hurricane, que fue de categoría 3 (Sandy a duras penas alcanzó la categoría 1). A pesar de que en esa época la región no estaba tan poblada como ahora, ese huracán acabó con la vida de 600 personas.
Sobra decir que en 1938 no había problemas con el cambio climático, como tampoco en el caso de los huracanes de 1635, 1667, 1693, 1785, 1788, 1804, 1815, 1821, 1849, 1869, 1894, 1904, 1936, 1944, 1954, 1960, 1972, y 1976, para citar solo otros de los mas intensos.
Sale así a relucir con todo su esplendor el problema cuando un tema complejo como es el del cambio climático empieza a ser utilizado como bandera política. Oportunistas, histéricos y pelmazos lo trivializan. Y se pierde el sentido de las proporciones y el centro de gravedad en las discusiones públicas.
La costa este de Estados Unidos, toda ella, ha estado siempre expuesta a huracanes, ciclones y tormentas tropicales. Es decir, a condiciones climatológicas extremas. Pero desde que aparecieron los pregoneros del fin del mundo originado en el cambio climático, cualquier huracán o fenómeno climatológico extremo, es atribuido al cambio climático.
Que una infinidad de ignorantes alrededor del planeta responsabilicen al cambio climático cada vez que se presenta uno de estos fenómenos vaya y venga. Pero que políticos de importancia utilicen descaradamente el tema, sin ningún respaldo científico, solo ratifica lo que se sospecha de ellos: que son unos irremediables oportunistas intelectuales.
La región de New Jersey y New York ha sido golpeada, desde que se lleva registro, por huracanes peores que Sandy. El peor de ellos mas reciente fue en 1938, el denominado New England Hurricane, que fue de categoría 3 (Sandy a duras penas alcanzó la categoría 1). A pesar de que en esa época la región no estaba tan poblada como ahora, ese huracán acabó con la vida de 600 personas.
Sobra decir que en 1938 no había problemas con el cambio climático, como tampoco en el caso de los huracanes de 1635, 1667, 1693, 1785, 1788, 1804, 1815, 1821, 1849, 1869, 1894, 1904, 1936, 1944, 1954, 1960, 1972, y 1976, para citar solo otros de los mas intensos.
Sale así a relucir con todo su esplendor el problema cuando un tema complejo como es el del cambio climático empieza a ser utilizado como bandera política. Oportunistas, histéricos y pelmazos lo trivializan. Y se pierde el sentido de las proporciones y el centro de gravedad en las discusiones públicas.