Ambos candidatos ganaron holgadamente esa primaria. De Hillary, cuya trayectoria es conocida por todos, su triunfo solo reafirmó lo que era sabido, que será la candidata del Partido Demócrata.
En el caso de Trump, su victoria fue fulminante al hacerse a la gran mayoría de los delegados del estado de New York. Su mas cercano rival, Ted Cruz, no obtuvo ningún delegado, lo que es considerado una gran derrota debido al tamaño de este estado y a que los delegados se asignaban por distritos electorales.
La trayectoria de Trump en esta contienda electoral ha sido sin duda la gran noticia. Él mismo ha financiado su propia campaña y lo ha hecho gastando menos que sus rivales. Su publicidad ha sido mínima, mientras que ha recibido mas de 55.000 avisos de publicidad negativos en su contra en televisión y radio. Su campaña ha estado basada en masivos actos populares y en frecuentes apariciones para entrevistas por televisión y radio (lo que llaman 'free press'). Sus cuentas de Twitter, Facebook e Instagram son de las mas visitadas.
Los políticos tradicionales del Partido Republicano están en su contra, al igual que los principales analistas políticos. Lo consideran una amenaza para sus intereses y por sus ideas "políticamente incorrectas". Incluso están conspirando para despojarlo de la nominación, no obstante que ha triunfado en 21 estados frente a 12 estados de Ted Cruz, 3 estados de Marco Rubio que ya se retiró y 1 estado de John Kasich. Y no obstante que supera por millones de votos a sus competidores.
Se espera que Trump triunfe en los estados del noreste que estarán en juego en abril 26 (Pennsylvania, Maryland, Connecticut, Delaware y Rhode Island). Si gana en Indiana en mayo 3 prácticamente se le despejará por completo el camino para obtener la mayoría de delegados que necesita para ser nominado en la convención de su partido a mediados de julio (bajo el razonable supuesto de que ganará en West Virginia, New Jersey y California, y de que obtendrá un cierto mínimo número de delegados en Oregon, Washington y New Mexico).
Si Trump no obtiene la mayoría de delegados en las primarias (el número mágico es 1.237 delegados), podrá hacerlo convenciendo a una parte de los aproximadamente 200 delegados que llegarán a la convención sin ninguna atadura o mediante alianzas por ejemplo sobre la Vicepresidencia. Lo importante de señalar es que para el momento de la convención habrá asegurado un número suficiente de delegados para ganarla en la primera vuelta con o sin alianzas.
En el caso de Trump, su victoria fue fulminante al hacerse a la gran mayoría de los delegados del estado de New York. Su mas cercano rival, Ted Cruz, no obtuvo ningún delegado, lo que es considerado una gran derrota debido al tamaño de este estado y a que los delegados se asignaban por distritos electorales.
La trayectoria de Trump en esta contienda electoral ha sido sin duda la gran noticia. Él mismo ha financiado su propia campaña y lo ha hecho gastando menos que sus rivales. Su publicidad ha sido mínima, mientras que ha recibido mas de 55.000 avisos de publicidad negativos en su contra en televisión y radio. Su campaña ha estado basada en masivos actos populares y en frecuentes apariciones para entrevistas por televisión y radio (lo que llaman 'free press'). Sus cuentas de Twitter, Facebook e Instagram son de las mas visitadas.
Los políticos tradicionales del Partido Republicano están en su contra, al igual que los principales analistas políticos. Lo consideran una amenaza para sus intereses y por sus ideas "políticamente incorrectas". Incluso están conspirando para despojarlo de la nominación, no obstante que ha triunfado en 21 estados frente a 12 estados de Ted Cruz, 3 estados de Marco Rubio que ya se retiró y 1 estado de John Kasich. Y no obstante que supera por millones de votos a sus competidores.
Se espera que Trump triunfe en los estados del noreste que estarán en juego en abril 26 (Pennsylvania, Maryland, Connecticut, Delaware y Rhode Island). Si gana en Indiana en mayo 3 prácticamente se le despejará por completo el camino para obtener la mayoría de delegados que necesita para ser nominado en la convención de su partido a mediados de julio (bajo el razonable supuesto de que ganará en West Virginia, New Jersey y California, y de que obtendrá un cierto mínimo número de delegados en Oregon, Washington y New Mexico).
Si Trump no obtiene la mayoría de delegados en las primarias (el número mágico es 1.237 delegados), podrá hacerlo convenciendo a una parte de los aproximadamente 200 delegados que llegarán a la convención sin ninguna atadura o mediante alianzas por ejemplo sobre la Vicepresidencia. Lo importante de señalar es que para el momento de la convención habrá asegurado un número suficiente de delegados para ganarla en la primera vuelta con o sin alianzas.
De manera que lo que se viene es una campaña para la Presidencia en la que se enfrentarán Trump y Hillary. Ambos tienen actualmente un alto índices de desfavorabilidad. Pero el de Hillary viene de tiempo atrás y está muy consolidado. El de Trump podría ser mas fluido, puesto que es un personaje nuevo en la política sobre el cual muchos electores, especialmente los independientes, no se han formado una opinión definitiva.
Al final de cuentas, como siempre es en estos casos, mucho dependerá de la situación económica en noviembre cuando tendrán lugar las elecciones, de la situación de seguridad, y de cuál de los dos sea el que mejor explote las debilidades del rival. Y en esto último Trump, después de dejar tendidos en el ring a 17 duros contendientes (y a prácticamente todo el “establecimiento” del Partido Republicano), ha demostrado habilidades fuera de serie.
Al final de cuentas, como siempre es en estos casos, mucho dependerá de la situación económica en noviembre cuando tendrán lugar las elecciones, de la situación de seguridad, y de cuál de los dos sea el que mejor explote las debilidades del rival. Y en esto último Trump, después de dejar tendidos en el ring a 17 duros contendientes (y a prácticamente todo el “establecimiento” del Partido Republicano), ha demostrado habilidades fuera de serie.