Luego de superar la barrera de un millón de barriles diarios durante julio y agosto de 2013, cayó en por debajo de ese nivel en septiembre y octubre.
Hasta ahora el nivel récord de producción petrolera se alcanzó en agosto con 1.031.000 barriles diarios. Pero posteriormente en septiembre fueron 995.000 barriles diarios y en octubre 986.000 barriles diarios.
El promedio de producción de 2013 en los diez meses hasta octubre fue de 1.006.000 barriles diarios, lo que constituye un aumento de 6,6% frente al promedio de 2012 de 944.000 barriles diarios. En realidad el gran salto de la producción petrolera colombiana se dio entre 2008-2011 y a partir de ahí hay indicios de un estancamiento.
En el mundo petrolero internacional Colombia ya no es vista como una estrella en el firmamento. Las reglas del juego tributarias ya no son competitivas como lo fueron hace unos años. No se aprecia un gran entusiasmo del actual gobierno de Juan Manuel Santos por impulsar a este vital sector de la economía. Esta apatía se ha reflejado en la falta de nuevos hallazgos de alguna consideración y en una reducción de los esfuerzos exploratorios. Es como si se hubiera perdido la conciencia de que es este sector el que alimenta buena parte de la inversión pública y del gasto social del país.
El promedio de producción de 2013 en los diez meses hasta octubre fue de 1.006.000 barriles diarios, lo que constituye un aumento de 6,6% frente al promedio de 2012 de 944.000 barriles diarios. En realidad el gran salto de la producción petrolera colombiana se dio entre 2008-2011 y a partir de ahí hay indicios de un estancamiento.
En el mundo petrolero internacional Colombia ya no es vista como una estrella en el firmamento. Las reglas del juego tributarias ya no son competitivas como lo fueron hace unos años. No se aprecia un gran entusiasmo del actual gobierno de Juan Manuel Santos por impulsar a este vital sector de la economía. Esta apatía se ha reflejado en la falta de nuevos hallazgos de alguna consideración y en una reducción de los esfuerzos exploratorios. Es como si se hubiera perdido la conciencia de que es este sector el que alimenta buena parte de la inversión pública y del gasto social del país.