LaNota.com
 

–––––––––––––––––––––––––––––––––

  

 

RANKING DIGITAL DE MERCADOS DE COLOMBIA

 

INFORMES SECTORIALES DISPONIBLES

 

(HACER CLICK AQUÍ)

  

–––––––––––––––––––––––––––––––––

 

 

PROYECCIONES ECONÓMICAS DE COLOMBIA 2024-2028

 

VERSIÓN OCTUBRE 2024

 

(HACER CLICK AQUÍ)

 

–––––––––––––––––––––––––––––––––

 

EMPRESAS PROTAGONISTAS DE COLOMBIA 2023

 

GRAN INFORME: 103 SECTORES + 7.741 EMPRESAS LÍDERES + 2.564 MOVIDAS EMPRESARIALES

 

(HACER CLICK AQUÍ)

 

–––––––––––––––––––––––––––––––––

 

DIAGNOSTICENTRO EMPRESARIAL DE COLOMBIA

 

CONCEPTOS SOBRE LAS TRAYECTORIAS FINANCIERAS DE EMPRESAS

 

(HACER CLICK AQUÍ)

 

 –––––––––––––––––––––––––––––––––

 

 

No propiamente afloró el entusiasmo con su anuncio de lanzarse a la reelección. Una parte significativa de quienes votaron por él la vez pasada, no lo harán en esta ocasión.
 
No es que Juan Manuel Santos haya hecho un mal gobierno. Pero tampoco lo es que haya hecho un gran gobierno. En Colombia hay una larga tradición de no votar por la reelección. La única excepción reciente fue la de Álvaro Uribe. Pero el que los colombianos hayan reelegido a Uribe no significa que se acostumbraron a hacerlo de ahí en adelante.

El problema de Santos es que casi desde el comienzo de su gestión se las arregló para alienar a Uribe y a sus mas inmediatos seguidores al propiciar una especie de persecución contra personas muy vinculadas con el ex Presidente. Esta situación pasó de castaño a oscura cuando se embarcó en negociaciones con las Farc. A regañadientes otros de sus electores simpatizantes de Uribe le dieron un compás de espera que básicamente fue el plazo de un año que el propio Santos fijó para que hubiera resultados concretos. Pero pasó el año y no se vislumbra el final de la opereta.

Para muchos de quienes votaron por Santos estas negociaciones interminables, con unas Farc arrogantes y que no dan la mas mínima señal de arrepentimiento, con la aprobación de una legislación que le da paso libre a la impunidad, es sencillamente inaceptable. Ni que decir de aquello de acordar tu a tu la institucionalidad del país con un grupo terrorista como ese.

Fue el mismo Santos el que se metió por este azaroso camino. Resolvió enajenar su futuro político al desarrollo de unas negociaciones con las Farc. Si ellas hubieran llegado a feliz término por esta época, el cambio de agenda quizás se hubiera justificado. Pero no sucedió así.

De manera que Santos es considerado por un componente no despreciable de su electorado anterior como un traidor, ni mas ni menos. No se sienten representados en el gobierno por el Santos que eligieron. Así de simple. Ese sentimiento de antipatía se ha consolidado además con la inclusión en su administración de corrientes políticas como la del ex Presidente Ernesto Samper.
 
Adicionalmente, es dudoso que quienes no votaron por él en 2010 lo hagan cuatro años después. Esos votos se dispersarán entre todos los candidatos, incluidos los de la izquierda, y en una eventual segunda vuelta puede ser que lo favorezcan, pero no necesariamente por un amplio margen.
 
Aparentemente Santos está confiado en que la maquinaria política tradicional y la estatal, pletórica de agradecimientos por aquello de “la mermelada”, lo llevarán en hombros a un nuevo período. Sin embargo, las elecciones para Congreso son en fecha distinta a las presidenciales. Y bien se sabe que una vez elegidos, el apoyo de los políticos a los candidatos presidenciales se enfría considerablemente, en especial si no se sienten amenazados con el mas directo competidor de Santos.
 
Oscar Iván Zuluaga, aunque no es muy carismático, no despierta resistencias. Su trayectoria profesional y política ha sido destacada. Conoce de política. Se mueve sin problemas en esas procelosas aguas.

Ni siquiera cuando Santos registraba en los rating de las encuestas la aceptación mas alta acerca de su gestión, o sea a mediados de 2012, le eran favorables cuando indagaban sobre su reelección. Ahora último menos aún. Así las cosas, el panorama electoral colombiano está lejos de despejarse.