En abril de 2010, la cartera vencida sobre la cartera bruta se mantuvo en 4,4%, el mismo nivel de los dos meses anteriores.
Este nivel se compara con el promedio mensual de 4,5% que se contabilizó durante 2009. En lo que ha habido un cambio es en la composición de la cartera vencida (indicador de calidad tradicional). Ha aumentado la del crédito comercial. En abril de 2010 era 3,3% de la cartera bruta, mientras que en abril del año anterior era 2,9%.
En contraste, la cartera vencida del crédito de consumo, que hace un año estaba en 8,4%, en este abril se sitúo en 6,6%. A su vez, la del crédito hipotecario cayó de 4,7% que era hace un año a 4,1% en este último abril, en tanto que la del microcrédito pasó en el mismo lapso de 6,6% a 6,1%.
Por otro lado, las provisiones sobre la cartera vencida (indicador de cubrimiento tradicional) se han elevado de 113,7% hace un año a 128,5%. O sea que en general la situación de morosidad de los establecimientos de crédito ha mejorado en el último año, sin ser todavía la óptima.
En particular, el aumento de la cartera vencida del crédito comercial, el principal componente de la cartera, es un semáforo en amarillo para el sistema financiero. Aunque su nivel no es alto, preocupa la tendencia.
Quiere esto decir que especial atención merece el otorgamiento de este crédito, el cual se sobre expandió durante 2007–2008, justo antes de un período recesivo, que afectó negativamente el desempeño financiero de las distintas empresas.
Si bien a la mayoría de estas empresas les queda la reserva de buenos años anteriores, la verdad es que la óptica de medición de sus niveles de endeudamiento cambió sustancialmente. La recesión trajo consigo, para muchas de ellas, la contracción de los ingresos operacionales y automáticamente, el aumento en el peso relativo de su deuda.
La actual recuperación de la economía colombiana y la disminución de las tasas de interés son buenas noticias para muchas de las empresas que ya recibieron un golpe en 2009. La pregunta del millón es si esa recuperación va para largo, o si se trata de un fenómeno pasajero. Las noticias provenientes de Europa y de Estados Unidos no dan margen para excederse en optimismo.
En contraste, la cartera vencida del crédito de consumo, que hace un año estaba en 8,4%, en este abril se sitúo en 6,6%. A su vez, la del crédito hipotecario cayó de 4,7% que era hace un año a 4,1% en este último abril, en tanto que la del microcrédito pasó en el mismo lapso de 6,6% a 6,1%.
Por otro lado, las provisiones sobre la cartera vencida (indicador de cubrimiento tradicional) se han elevado de 113,7% hace un año a 128,5%. O sea que en general la situación de morosidad de los establecimientos de crédito ha mejorado en el último año, sin ser todavía la óptima.
En particular, el aumento de la cartera vencida del crédito comercial, el principal componente de la cartera, es un semáforo en amarillo para el sistema financiero. Aunque su nivel no es alto, preocupa la tendencia.
Quiere esto decir que especial atención merece el otorgamiento de este crédito, el cual se sobre expandió durante 2007–2008, justo antes de un período recesivo, que afectó negativamente el desempeño financiero de las distintas empresas.
Si bien a la mayoría de estas empresas les queda la reserva de buenos años anteriores, la verdad es que la óptica de medición de sus niveles de endeudamiento cambió sustancialmente. La recesión trajo consigo, para muchas de ellas, la contracción de los ingresos operacionales y automáticamente, el aumento en el peso relativo de su deuda.
La actual recuperación de la economía colombiana y la disminución de las tasas de interés son buenas noticias para muchas de las empresas que ya recibieron un golpe en 2009. La pregunta del millón es si esa recuperación va para largo, o si se trata de un fenómeno pasajero. Las noticias provenientes de Europa y de Estados Unidos no dan margen para excederse en optimismo.