El Congreso de Estados Unidos aprobó por 6 semanas las preferencias arancelarias del Atpdea. Es un chiste de mal gusto.
Con esta medida por lo menos se salvaron las exportaciones de flores de Colombia y Ecuador para el día de San Valentín de 2011. Pero, ¿cuál es la idea después de esas 6 semanas de prórroga?
Ni TLC ni Atpdea en el caso de Colombia. Y una gran incertidumbre para el sector productivo colombiano.
El gobierno de Barack Obama no tiene ninguna política comercial definida, y eso se nota dramáticamente en el trato comercial que le da a Colombia. Su falta de decisión con respecto a Colombia es un acto realmente hostil para un país que se precia de ser su aliado.
Su decisión reciente de anteponer el TLC con Corea del Sur al TLC con Colombia, no obstante que la administración de George W. Bush puso de primero el de Colombia, fue otro gesto inamistoso.
Lo importante es que el señor Obama tome una decisión con respecto a Colombia, cualquiera que ella sea. Luego de años de procrastinación, culpa no solamente de Obama sino también de los líderes del Partido Demócrata, que sea lo suficientemente varón y diga qué es exactamente lo que quiere en sus relaciones comerciales con Colombia.
Definitivamente le llegó el momento a Colombia de replantear todo lo que tiene que ver con ese país. Deben considerarse como actos hostiles y dignos de protesta diplomática declaraciones agresivas de los funcionarios del gobierno de Obama sobre asuntos relacionados con la política interna de Colombia.
Como se dice por ahí, para bailar tango se necesitan dos. Y en este caso Colombia se quedó bailando tango sin pareja.
Ni TLC ni Atpdea en el caso de Colombia. Y una gran incertidumbre para el sector productivo colombiano.
El gobierno de Barack Obama no tiene ninguna política comercial definida, y eso se nota dramáticamente en el trato comercial que le da a Colombia. Su falta de decisión con respecto a Colombia es un acto realmente hostil para un país que se precia de ser su aliado.
Su decisión reciente de anteponer el TLC con Corea del Sur al TLC con Colombia, no obstante que la administración de George W. Bush puso de primero el de Colombia, fue otro gesto inamistoso.
Lo importante es que el señor Obama tome una decisión con respecto a Colombia, cualquiera que ella sea. Luego de años de procrastinación, culpa no solamente de Obama sino también de los líderes del Partido Demócrata, que sea lo suficientemente varón y diga qué es exactamente lo que quiere en sus relaciones comerciales con Colombia.
Definitivamente le llegó el momento a Colombia de replantear todo lo que tiene que ver con ese país. Deben considerarse como actos hostiles y dignos de protesta diplomática declaraciones agresivas de los funcionarios del gobierno de Obama sobre asuntos relacionados con la política interna de Colombia.
Como se dice por ahí, para bailar tango se necesitan dos. Y en este caso Colombia se quedó bailando tango sin pareja.