Rafael Correa se apresuró a desmontar el racionamiento, sin que estén dadas las condiciones para no afectar la confiabilidad del sistema electrico.
En realidad, Correa lo hizo movido por consideraciones de popularidad, la cual cayó a 41%, según una encuesta realizada por Cedatos/Gallup a comienzos de enero de 2010. La desaprobación a su gestión ascendió a 51%. Se considera que el racionamiento eléctrico que se inició en octubre de 2009 fue una de las causas de esa caída en popularidad.
Ahora bien, a pesar de mayores lluvias, los niveles de la presa de Paute no se han recuperado, al punto que en los últimos días la central hidroeléctrica ha dejado de funcionar varias veces. En épocas normales este embalse aporta 35% de la generación del país. Actualmente no sobrepasa el 15%.
De manera que es creciente la presión que recae sobre el sistema de generación termoeléctrica, el que adolece de serios problemas relacionados con la falta del mantenimiento y de las inversiones que dejaron de hacerse durante los últimos años.
En su afán por resolver el problema, el gobierno ecuatoriano compró 7 turbinas General Electric con una potencia de 22.8 MW cada una, por un costo total de US$151.9 millones. Así mismo, alquiló 75 MW energía a APR Energy y 100 MW a Energy International. Si bien estas movidas alivian ligeramente los faltantes de generación, lo hacen a un muy elevado costo de adquisición y de arrendamiento.
Por otro lado, se han vuelto crecientes las importaciones provenientes de Colombia. Este país las había suspendido en noviembre de 2009, pero revirtió esta decisión en diciembre y las ha aumentado en enero de 2010. En la tercera semana de enero sobrepasaron los 2 GWh-día (o casi 5% del consumo ecuatoriano). Todo esto a pesar de que Colombia está siendo muy afectada por la actual sequía (o estiaje) que produce el fenómeno de El Niño. Sobra decir que desde entonces las relaciones diplomáticas y comerciales entre los dos países han mejorado.
De todas maneras, mientras no se fortalezca en Ecuador el sistema de generación hidraúlica, la vulnerabilidad seguirá muy alta. En este contexto, parece arriesgada la reciente decisión de suspender el racionamiento antes de que se recuperen plenamente los niveles de los embalses. Esta decisión se le podría devolver a Rafael Correa como un boomerang.
Ahora bien, a pesar de mayores lluvias, los niveles de la presa de Paute no se han recuperado, al punto que en los últimos días la central hidroeléctrica ha dejado de funcionar varias veces. En épocas normales este embalse aporta 35% de la generación del país. Actualmente no sobrepasa el 15%.
De manera que es creciente la presión que recae sobre el sistema de generación termoeléctrica, el que adolece de serios problemas relacionados con la falta del mantenimiento y de las inversiones que dejaron de hacerse durante los últimos años.
En su afán por resolver el problema, el gobierno ecuatoriano compró 7 turbinas General Electric con una potencia de 22.8 MW cada una, por un costo total de US$151.9 millones. Así mismo, alquiló 75 MW energía a APR Energy y 100 MW a Energy International. Si bien estas movidas alivian ligeramente los faltantes de generación, lo hacen a un muy elevado costo de adquisición y de arrendamiento.
Por otro lado, se han vuelto crecientes las importaciones provenientes de Colombia. Este país las había suspendido en noviembre de 2009, pero revirtió esta decisión en diciembre y las ha aumentado en enero de 2010. En la tercera semana de enero sobrepasaron los 2 GWh-día (o casi 5% del consumo ecuatoriano). Todo esto a pesar de que Colombia está siendo muy afectada por la actual sequía (o estiaje) que produce el fenómeno de El Niño. Sobra decir que desde entonces las relaciones diplomáticas y comerciales entre los dos países han mejorado.
De todas maneras, mientras no se fortalezca en Ecuador el sistema de generación hidraúlica, la vulnerabilidad seguirá muy alta. En este contexto, parece arriesgada la reciente decisión de suspender el racionamiento antes de que se recuperen plenamente los niveles de los embalses. Esta decisión se le podría devolver a Rafael Correa como un boomerang.