El gobierno de Hugo Chávez levantó el racionamiento en Caracas por temor a la inconformidad de la gente, especialmente antes de la marcha de la oposición del 23 de enero de 2010, pero lo cierto es que la medida es inevitable. Sin ese racionamiento se anticiparía el colapso del sistema eléctrico venezolano.
Sin apagar las luces de Caracas, el embalse del Guri, del cual depende actualmente el 70% de la electricidad que consume Venezuela, continuará acercándose a un nivel crítico que implicaría el cierre de la central. A enero 21 de 2009 era de 259 metros sobre el nivel del mar. El nivel crítico es de 240 metros sobre el nivel del mar. El problema es que faltan 3 o 4 meses de verano.
Las nuevas inversiones, que apenas empiezan a concretarse bajo la presión de la crisis, entrarían en operación sólo hacía finales de 2011 o en 2012. Es decir, que la crisis eléctrica se extendería hasta 2012.
Como sea, lo que el gobierno venezolano ha dicho es que actualmente es imprescindible una reducción forzosa de 20% en el consumo. Si no se logra esta meta, y la verdad es que no se está logrando, el racionamiento se tendría que ampliar a 40%, lo que implicaría la virtual parálisis del país. O alternativamente, enfrentar el eventual cierre de la central del Guri, lo cual sería, ni más ni menos, el colapso definitivo del sistema.
Venezuela es el país con las mayores reservas de recursos energéticos de América Latina y acaba de disfrutar en años anteriores de una de las mayores bonanzas petroleras de su historia. Sin embargo, su sistema eléctrico se encuentra al garete, la producción de petróleo va en descenso, la de gas natural es insuficiente para atender la demanda interna, y sus industrias básicas de petroquímica, acero y aluminio se están paralizando.
El nuevo ministro de Energía Eléctrica Alí Rodríguez Araque indicó que si la oposición deseaba el colapso de Guri que lo dijera abiertamente ante el pueblo. ¡Qué pelmazo o bombetas este ministro! Obviamente ni la oposición en Venezuela ni nadie más quiere el colapso de Guri. Pero ni la oposición ni nadie más lo provocaron. La crítica situación se debe exclusivamente a Hugo Chávez y su gobierno. Todos los daños y perjuicios que esa situación ocasione –y ya ha ocasionado muchos– son culpa de Chávez y su gobierno. Por más que el ministro y su jefe se hagan los de la vista gorda, en este tema como en otros están ponchaos.