La popularidad del Presidente de Panamá Ricardo Martinelli, aunque continúa alta, ha sufrido una caída desde octubre de 2009.
Según una encuesta de Dichter & Neira realizada en la primera semana de febrero de 2010, un 68,5% considera la gestión de Martinelli como buena o muy buena, mientras que el 27,3% la considera como mala o muy mala. En octubre del año pasado el 90,7% de los entrevistados la consideraban buena o muy buena y en enero de 2010 el 81,4%.
Aparentemente el descenso en la popularidad de Martinelli tiene que ver con las reformas fiscales que ha presentado su gobierno para la aprobación de la Asamblea Nacional. A finales de 2009 la Asamblea aprobó una reforma que amplió la base tributaria a sectores como la zona libre de impuestos. Y próximamente presentará otra reforma que prevé el aumento de un 2% al impuesto de transferencia de bienes, muebles y servicios (ITMBS), el cual, desde que se instauró hace 30 años, ha tenido una tasa de 5%.
Este última reforma ha sido criticada por la oposición y sindicatos por ser regresiva. Pero el ministro de Economía y Finanzas Alberto Vallarino sostiene que el alza en el ITMBS se compensará con una disminución en el impuesto sobre la renta en varios renglones de asalariados.
El gobierno espera recaudar con la nueva reforma fiscal unos US$200 millones, con lo cual se financiaría, entre otros programas sociales, un bono de 100 dólares mensuales a las personas mayores de 70 años y que no reciben una jubilación, becas para estudiantes de bajos recursos, y bonos a estudiantes de escuelas públicas para la compra de uniformes y útiles escolares.
Aparentemente el descenso en la popularidad de Martinelli tiene que ver con las reformas fiscales que ha presentado su gobierno para la aprobación de la Asamblea Nacional. A finales de 2009 la Asamblea aprobó una reforma que amplió la base tributaria a sectores como la zona libre de impuestos. Y próximamente presentará otra reforma que prevé el aumento de un 2% al impuesto de transferencia de bienes, muebles y servicios (ITMBS), el cual, desde que se instauró hace 30 años, ha tenido una tasa de 5%.
Este última reforma ha sido criticada por la oposición y sindicatos por ser regresiva. Pero el ministro de Economía y Finanzas Alberto Vallarino sostiene que el alza en el ITMBS se compensará con una disminución en el impuesto sobre la renta en varios renglones de asalariados.
El gobierno espera recaudar con la nueva reforma fiscal unos US$200 millones, con lo cual se financiaría, entre otros programas sociales, un bono de 100 dólares mensuales a las personas mayores de 70 años y que no reciben una jubilación, becas para estudiantes de bajos recursos, y bonos a estudiantes de escuelas públicas para la compra de uniformes y útiles escolares.