En 2008, Constructora Bolívar asumió el liderazgo en el sector de la edificación urbana, superando al grupo Marval.
Las ventas de Constructora Bolívar Bogotá crecieron 83,6% frente a 2007 al ascender a $267.641 millones (aproximadamente US$136 millones), en tanto que las Constructora Bolívar Cali cayeron 1.8% y fueron $91.908 millones (aproximadamente US$47 millones). En comparación, las ventas de Marval aumentaron 49,7% al totalizar $211.794 millones (aproximadamente US$108 millones) y las de Urbanizadora Marín Valencia se incrementaron en 3,5% al alcanzar $120.694 millones (aproximadamente US$61 millones).
El tercer puesto lo ocupó Constructora Colpatria con ventas de $192.977 millones (aproximadamente US$98 millones) y un aumento de 29,4 en relación con el año anterior. Posteriormente quedaron Cusezar $163.026 millones (aproximadamente US$83 millones) y 2,1%; Grupo Ar $149.281 millones (aproximadamente US$76 millones) y sin datos de crecimiento por cuanto recién consolidó como grupo; Constructora Capital $128.425 millones (aproximadamente US$65 millones) y 34,8%; Coninsa & Ramón H. $119.523 millones (aproximadamente US$61 millones) y 3%; Constructora Las Galias $92.679 millones (aproximadamente US$47 millones) y 23,3%; Constructora Meléndez $90.234 millones (aproximadamente US$46 millones); y Alejandro Char & Cía. $80.278 millones (aproximadamente US$41 millones) y 59,1%.
Es de destacar el retorno a las grandes ligas de Ospinas & Cía., que logró ventas de $73.586 millones (aproximadamente US$37 millones), lo que representó un crecimiento de 460,7% frente a 2007.
Durante 2008 la actividad edificadora urbana mantuvo el impulso que traía de años anteriores. Sin embargo, desde el punto de vista de aprobación de licencias de construcción se presentó un significativo descenso, especialmente a partir de segundo semestre. Es de esperar que en los próximos dos años se presente una importante desaceleración, ante la incertidumbre ocasionada por la crisis económica global, la contracción de la inversión privada en casi todos los frentes, el aumento del desempleo y las expectativas de una mayor devaluación. No obstante, no habrá el desplome que se presentó en la crisis de comienzos de la actual década, dado que el boom de 2004-2008 se financió en gran medida con ahorro propio y que la exposición del sistema financiero al sector hipotecario se encuentra en niveles administrables.
El tercer puesto lo ocupó Constructora Colpatria con ventas de $192.977 millones (aproximadamente US$98 millones) y un aumento de 29,4 en relación con el año anterior. Posteriormente quedaron Cusezar $163.026 millones (aproximadamente US$83 millones) y 2,1%; Grupo Ar $149.281 millones (aproximadamente US$76 millones) y sin datos de crecimiento por cuanto recién consolidó como grupo; Constructora Capital $128.425 millones (aproximadamente US$65 millones) y 34,8%; Coninsa & Ramón H. $119.523 millones (aproximadamente US$61 millones) y 3%; Constructora Las Galias $92.679 millones (aproximadamente US$47 millones) y 23,3%; Constructora Meléndez $90.234 millones (aproximadamente US$46 millones); y Alejandro Char & Cía. $80.278 millones (aproximadamente US$41 millones) y 59,1%.
Es de destacar el retorno a las grandes ligas de Ospinas & Cía., que logró ventas de $73.586 millones (aproximadamente US$37 millones), lo que representó un crecimiento de 460,7% frente a 2007.
Durante 2008 la actividad edificadora urbana mantuvo el impulso que traía de años anteriores. Sin embargo, desde el punto de vista de aprobación de licencias de construcción se presentó un significativo descenso, especialmente a partir de segundo semestre. Es de esperar que en los próximos dos años se presente una importante desaceleración, ante la incertidumbre ocasionada por la crisis económica global, la contracción de la inversión privada en casi todos los frentes, el aumento del desempleo y las expectativas de una mayor devaluación. No obstante, no habrá el desplome que se presentó en la crisis de comienzos de la actual década, dado que el boom de 2004-2008 se financió en gran medida con ahorro propio y que la exposición del sistema financiero al sector hipotecario se encuentra en niveles administrables.