Los datos preliminares del primer trimestre de 2013 indican que no hubo crecimiento pero tampoco una caída de las mayores economías de la Unión Europea (UE).

 

Los estimativos del Reino Unido y Francia son los de un aumento del PIB de 0,1% para este primer trimestre. Alemania probablemente experimentó un mayor crecimiento, pero difícil que supere 0,3%.

No son del todo malas noticias si se tiene en cuenta que en el último trimestre de 2012 estas tres economías experimentaron una contracción (–0,3% en el caso del Reino Unido y Francia, y –0,6% en el caso de Alemania). Aparentemente después de un negativo enero, en febrero hubo una recuperación y en marzo un cero crecimiento.

Algunos dicen que al evitar una caída en este trimestre las tres principales economías europeas se salvaron de caer en una recesión. Sin embargo, cifras relacionadas con el comercio exterior y con los déficit fiscales, así como las relativas al desempeño económico de los demás países de la UE, no auguran que mejores tiempos están por venir.

Preocupa, por ejemplo, que las exportaciones de estos tres países al resto del mundo, es decir a países diferentes a los de la UE, no reaccionaron sino que por el contrario disminuyeron en relación con el mismo período del año anterior, lo que sugiere que el resto de la economía global continúa atravesando por un período de un bajo dinamismo.