La marcha por la paz organizada el 9 de abril de 2013 por las Farc, Juan Manuel Santos, Gustavo Petro y medios de comunicación, no movió el corazón de los colombianos.
Las Farc y sus satélites Colombianos y Colombianas por la Paz y Marcha Patriótica por enésima vez demostraron que disponen de muy poco apoyo entre la ciudadanía. Financiaron la llevada a Bogotá de unas 12.000 personas de otras partes de país. Estas personas, aparte de 50.000 pesos, recibieron transporte, alimentos y camisetas gratis. En Bogotá movilizaron otras 3.000 personas. Piedad Córdoba debería explicarle a la gente de cuál área de la delincuencia de las Farc salieron estos recursos, o si provinieron de los que ella recibe del gobierno de Venezuela.
El Presidente Santos resolvió a última hora apoyar la marcha. Con su apoyo, se movilizó la totalidad de lo que en la Costa Caribe de Colombia llaman el Sistema Mediático Andino (conformado por RCN, Caracol, Semana, El Tiempo y la W Radio). Además de los medios, Santos movilizó a unos 2.000 funcionarios del gobierno nacional y a algunos políticos amigos.
El alcalde Gustavo Petro le dio la orden perentoria a los funcionarios del Distrito de Bogotá que asistieran a la marcha. En forma delirante, como es su estilo, declaró que cientos de miles de colombianos rebosarían la Plaza de Bolívar y calles adyacentes. Se calcula que unos 10.000 funcionarios distritales participaron en la marcha.
O sea que por los anteriores conceptos se movilizaron unas 27.000 personas, a los que se agregaron cerca de 3.000 espontáneos, de aquellos sin mucho oficio que siempre rodean este tipo de eventos en una ciudad inmensa como es Bogotá. Estas fueron las 30.000 personas que finalmente medio llenaron la Plaza de Bolívar.
En las demás ciudades grandes del país como Medellín, Cali, Bucaramanga y Pereira la asistencia a las marchas fue entre 2.000 a 3.000 personas. En Barranquilla ni se dieron por enterados ocupados como estaban en la celebración del bicentenario de su fundación. En el resto de Colombia cero a la izquierda.
Mientras esta fue la realidad, el Sistema Mediático Andino proclamaba a los cuatro vientos y aires que la marcha había sido multitudinaria y que fue desbordante el apoyo a las negociaciones de paz de La Habana. El mas obsecuente con la Casa de Nariño entre los miembros del Sistema Mediático Andino, el diario El Tiempo, tituló a ocho columnas al día siguiente de la marcha: “Apoyo masivo a la paz”.
Vuelve y juega lo de siempre: políticos y medios de comunicación insultan la inteligencia de los colombianos. No solamente se creen su propio distorsionado cuento sino que pretenden manipular las conciencias como si ellas fueran las de unos zombis.
El Presidente Santos resolvió a última hora apoyar la marcha. Con su apoyo, se movilizó la totalidad de lo que en la Costa Caribe de Colombia llaman el Sistema Mediático Andino (conformado por RCN, Caracol, Semana, El Tiempo y la W Radio). Además de los medios, Santos movilizó a unos 2.000 funcionarios del gobierno nacional y a algunos políticos amigos.
El alcalde Gustavo Petro le dio la orden perentoria a los funcionarios del Distrito de Bogotá que asistieran a la marcha. En forma delirante, como es su estilo, declaró que cientos de miles de colombianos rebosarían la Plaza de Bolívar y calles adyacentes. Se calcula que unos 10.000 funcionarios distritales participaron en la marcha.
O sea que por los anteriores conceptos se movilizaron unas 27.000 personas, a los que se agregaron cerca de 3.000 espontáneos, de aquellos sin mucho oficio que siempre rodean este tipo de eventos en una ciudad inmensa como es Bogotá. Estas fueron las 30.000 personas que finalmente medio llenaron la Plaza de Bolívar.
En las demás ciudades grandes del país como Medellín, Cali, Bucaramanga y Pereira la asistencia a las marchas fue entre 2.000 a 3.000 personas. En Barranquilla ni se dieron por enterados ocupados como estaban en la celebración del bicentenario de su fundación. En el resto de Colombia cero a la izquierda.
Mientras esta fue la realidad, el Sistema Mediático Andino proclamaba a los cuatro vientos y aires que la marcha había sido multitudinaria y que fue desbordante el apoyo a las negociaciones de paz de La Habana. El mas obsecuente con la Casa de Nariño entre los miembros del Sistema Mediático Andino, el diario El Tiempo, tituló a ocho columnas al día siguiente de la marcha: “Apoyo masivo a la paz”.
Vuelve y juega lo de siempre: políticos y medios de comunicación insultan la inteligencia de los colombianos. No solamente se creen su propio distorsionado cuento sino que pretenden manipular las conciencias como si ellas fueran las de unos zombis.