Con la aceleración de la devaluación causada por el desplome del precio internacional del petróleo se proyecta un aumento de la inflación.
De hecho en 2014 la inflación al productor cerró en 6,33%, la que se compara desfavorablemente con la de 2013 y 2012 que fueron negativas (–0,49% y –2,95%, respectivamente). Obviamente el rubro de “importados” fue el que mas contribuyó al aumento (+7,87%).
En el caso de los precios al consumidor, 2014 culminó con una inflación de 3,66%, la que se colocó en el rango alto de la meta de las autoridades monetarias, y superó a la de 1,94% de 2013 y a la de 2,44% de 2012. Es indudable que la presión inflacionaria generada por la reciente devaluación del peso todavía no se ha trasladado plenamente a los precios al consumidor.
Van tres meses (octubre–diciembre) en los cuales la variación anual del renglón de alimentos se ha situado por encima de 4%, en tanto que solo en diciembre empezó a manifestarse una aceleración en el incremento de los precios en otros renglones como transporte, comunicaciones, y esparcimiento.
Si a la devaluación reciente del peso superior a 25% se agrega una eventual sequía en algunas regiones del país ocasionada por el fenómeno climatológico de El Niño, las perspectivas sobre inflación, al menos para el primer semestre de 2015, son claramente negativas. Mas aun si se tiene en cuenta que los precios de los alimentos ya la vienen jalonando al alza.
En el caso de los precios al consumidor, 2014 culminó con una inflación de 3,66%, la que se colocó en el rango alto de la meta de las autoridades monetarias, y superó a la de 1,94% de 2013 y a la de 2,44% de 2012. Es indudable que la presión inflacionaria generada por la reciente devaluación del peso todavía no se ha trasladado plenamente a los precios al consumidor.
Van tres meses (octubre–diciembre) en los cuales la variación anual del renglón de alimentos se ha situado por encima de 4%, en tanto que solo en diciembre empezó a manifestarse una aceleración en el incremento de los precios en otros renglones como transporte, comunicaciones, y esparcimiento.
Si a la devaluación reciente del peso superior a 25% se agrega una eventual sequía en algunas regiones del país ocasionada por el fenómeno climatológico de El Niño, las perspectivas sobre inflación, al menos para el primer semestre de 2015, son claramente negativas. Mas aun si se tiene en cuenta que los precios de los alimentos ya la vienen jalonando al alza.
En medio de este complejo entorno hubiera sido importante reducciones significativas en el precio de la gasolina y en los de algunos insumos y materias primas en cuya producción el petróleo es elemento determinante. Pero el impacto del derrumbe en el precio internacional de petróleo sobre estos últimos será solo gradual a medida que se internalice en las cadenas productivas, al igual que en lo que respecta al precio de la gasolina cuya formula de ajuste establecida por el gobierno diluye este impacto en el tiempo.