Según Bloomberg, la moneda de mayor valorización en los diez primeros meses de 2010 fue el yen japonés seguido del peso colombiano.
Desde inicios del año hasta finales de octubre, el peso ganó 11,2% frente al dólar, lo que lo hace la moneda de mejor desempeño después del yen, en la canasta de Bloomberg de las 31 monedas más transadas del planeta.
El gobierno colombiano ha tomado varias medidas para detener la valorización del peso. El Banco de la República está acumulando reservas internacionales, el gobierno central y Ecopetrol están ahorrando en el exterior, se rebajaron aranceles de bienes intermedios y de capital, se encareció el crédito externo privado, y el Presidente Juan Manuel Santos ha dejado ver que entiende los problemas que trae consigo la fortaleza del peso.
Hasta ahora el ministro de Hacienda Juan Carlos Echeverry ha resistido los embates de algunos sabios para que acuda a controles a los ingresos de capital externo. En eso lo ha apoyado el gerente del Banco de la República José Darío Uribe. Da la impresión que Santos tampoco es entusiasta con la idea de los controles.
En los años setenta el Presidente en ese entonces Alfonso López Michelsen, en un arrebato de sentimiento patrio, dijo que la meta de su gobierno era que Colombia se convirtiera en el Japón de Suramérica. Si fuera únicamente por lo sucedido con el peso y el yen durante 2010 se diría que Colombia ya lo logró, treinta años después de que fuera formulada la meta.
El gobierno colombiano ha tomado varias medidas para detener la valorización del peso. El Banco de la República está acumulando reservas internacionales, el gobierno central y Ecopetrol están ahorrando en el exterior, se rebajaron aranceles de bienes intermedios y de capital, se encareció el crédito externo privado, y el Presidente Juan Manuel Santos ha dejado ver que entiende los problemas que trae consigo la fortaleza del peso.
Hasta ahora el ministro de Hacienda Juan Carlos Echeverry ha resistido los embates de algunos sabios para que acuda a controles a los ingresos de capital externo. En eso lo ha apoyado el gerente del Banco de la República José Darío Uribe. Da la impresión que Santos tampoco es entusiasta con la idea de los controles.
En los años setenta el Presidente en ese entonces Alfonso López Michelsen, en un arrebato de sentimiento patrio, dijo que la meta de su gobierno era que Colombia se convirtiera en el Japón de Suramérica. Si fuera únicamente por lo sucedido con el peso y el yen durante 2010 se diría que Colombia ya lo logró, treinta años después de que fuera formulada la meta.