En su informe de abril sobre Perspectivas de la Economía Mundial el Fondo Monetario Internacional reajusta hacía abajo sus proyecciones de crecimiento.
En enero había proyectado que para 2013 el “producto mundial” aumentaría 3,5% y en su estimativo de abril lo reajusta a 3,3%. Para 2014 mantuvo su previsión de 4%. En 2011 dicho crecimiento fue de 4% y en 2012 de 3,2%.
Los nuevos estimativos prevén que la economía de Estados Unidos crecerá 1,9% en este año y 3% en 2014, en tanto que las cifras correspondientes a la zona euro son las de una contracción de 0,3% y la de una expansión el año próximo de 1,1%.
A su vez, en el caso de China proyecta un crecimiento económico de 8% y 8,2%, respectivamente, y el de América Latina y el Caribe lo sitúa en 3,4% y 3,9%.
Las previsiones del FMI suponen que el comercio mundial empezará a reactivarse nuevamente en este año y especialmente en 2014, luego de la pérdida de dinamismo que se registró en 2012. Por otro lado, proyecta que el precio promedio internacional del petróleo caerá 2,3% y 4,9% en estos dos años.
Aunque el FMI señala que se han moderado los riesgos de una crisis financiera, considera que persisten las dudas sobre la capacidad de la eurozona de salir de su actual crisis y sobre la capacidad de Estados Unidos y Japón de recortar sus déficit fiscales y niveles de deuda pública.
Los nuevos estimativos prevén que la economía de Estados Unidos crecerá 1,9% en este año y 3% en 2014, en tanto que las cifras correspondientes a la zona euro son las de una contracción de 0,3% y la de una expansión el año próximo de 1,1%.
A su vez, en el caso de China proyecta un crecimiento económico de 8% y 8,2%, respectivamente, y el de América Latina y el Caribe lo sitúa en 3,4% y 3,9%.
Las previsiones del FMI suponen que el comercio mundial empezará a reactivarse nuevamente en este año y especialmente en 2014, luego de la pérdida de dinamismo que se registró en 2012. Por otro lado, proyecta que el precio promedio internacional del petróleo caerá 2,3% y 4,9% en estos dos años.
Aunque el FMI señala que se han moderado los riesgos de una crisis financiera, considera que persisten las dudas sobre la capacidad de la eurozona de salir de su actual crisis y sobre la capacidad de Estados Unidos y Japón de recortar sus déficit fiscales y niveles de deuda pública.