El saliente ministro Diego Borja se caracterizó por procrastinar mucho y lograr poco. Ecuador en estos momentos se ha estancado económicamente, sufre un gran faltante presupuestal y no dispone de mayores fuentes de financiación externa. En su desespero por la falta de recursos, el gobierno de Correa ha desfondado al Banco Central de Ecuador (BCE) y al Instituto Ecuatoriano de la Seguridad Social (IESS). Igualmente se ha propuesto despojar al sistema financiero de sus depósitos para destinarlos, por la puerta de atrás, a financiar gasto público.

Ecuador se ha convertido en un paria financiero internacional, gracias a heterodoxa gestión de Correa. Es en medio de esta compleja situación que Katiuska King llega a un ministerio que es supuestamente el más importante del área económica.

Previo a este nombramiento King, de 34 años, ocupaba la Subsecretaría de Seguimiento y Evaluación de la Secretaría Nacional de Planificación. Graduada de la Pontificia Universidad Católica de Ecuador y de la Universidad Católica de Lovaina, últimamente ha estado involucrada en labores de coordinación de políticas públicas en el área social. Además de esto, ha participado en algunas investigaciones relacionadas con el tema de la pobreza y la mujer.

Poco o nada ha tenido King que ver con la política económica propiamente dicha. Es posible, entonces, que su ministerio pierda peso específico dentro de la administración de Correa. Su contraparte es la ministra de Finanzas María Elsa Viteri, de quien no se sabe por cuánto tiempo más continuará en ese puesto. Viteri también se ha caracterizado por procrastinar mucho y lograr poco. Se la pasa anunciando préstamos que nunca se materializan.

King y Viteri serán las cabezas de un equipo que luce como muy “light” para administrar una situación económica que amenaza con salirse de las manos.