El nuevo ministro de Finanzas Patricio Rivera, de 31 años, era un técnico de la Secretaría Nacional de Planificación (Senplades).
Rivera, quien sustituye a María Elsa Viteri, ejercía como subsecretario de Inversión Pública de Senplades. Rivera y Katiuska King, otra técnica inexperta que fuera nombrada como ministra de Política Económica en reemplazo de Diego Borja, serán las cabezas del equipo económico del gobierno de Rafael Correa.
María Elsa Viteri se la pasaba anunciando préstamos externos que nunca llegaron. El presupuesto de 2010 del gobierno central contempla una tasa de crecimiento del PIB superior a 6% y se encuentra desfinanciado en cerca de US$4.000 millones. Analistas internacionales consideran que la economía ecuatoriana no crecerá mayormente este año y que no le será fácil a un país que es un paria financiero internacional financiar ese déficit.
De hecho, recientemente Viteri, en su desespero por conseguir recursos, había anunciado un zarpazo al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) por US$1.550 millones. Aparte de este préstamo, el gobierno le ha incumplido al IESS en lo relacionado con su aporte correspondiente al 40% de las pensiones de jubilación y de la atención médica a los jubilados. Fuentes del IESS estiman que la deuda vencida del gobierno asciende a US$773 millones por pensiones y US$400 millones por atención médica.
Aparte de exprimir al máximo a la vaca lechera del IESS y de descapitalizar al Banco Central de Ecuador (BCE), son pocas las alternativas que le quedan al gobierno de Correa para financiar el ambicioso programa de inversión pública que se ha propuesto. El nombramiento de unos jóvenes técnicos inexpertos como ministros del área económica daría a entender que el propio Correa se involucraría más en el tema, lo cual no es necesariamente un buen augurio para el futuro económico y financiero de Ecuador.
María Elsa Viteri se la pasaba anunciando préstamos externos que nunca llegaron. El presupuesto de 2010 del gobierno central contempla una tasa de crecimiento del PIB superior a 6% y se encuentra desfinanciado en cerca de US$4.000 millones. Analistas internacionales consideran que la economía ecuatoriana no crecerá mayormente este año y que no le será fácil a un país que es un paria financiero internacional financiar ese déficit.
De hecho, recientemente Viteri, en su desespero por conseguir recursos, había anunciado un zarpazo al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) por US$1.550 millones. Aparte de este préstamo, el gobierno le ha incumplido al IESS en lo relacionado con su aporte correspondiente al 40% de las pensiones de jubilación y de la atención médica a los jubilados. Fuentes del IESS estiman que la deuda vencida del gobierno asciende a US$773 millones por pensiones y US$400 millones por atención médica.
Aparte de exprimir al máximo a la vaca lechera del IESS y de descapitalizar al Banco Central de Ecuador (BCE), son pocas las alternativas que le quedan al gobierno de Correa para financiar el ambicioso programa de inversión pública que se ha propuesto. El nombramiento de unos jóvenes técnicos inexpertos como ministros del área económica daría a entender que el propio Correa se involucraría más en el tema, lo cual no es necesariamente un buen augurio para el futuro económico y financiero de Ecuador.