Muchos medios de comunicación subestiman la gran victoria de Romney en las primarias del Partido Republicano de marzo 6 de 2012.
En el “gran martes” Romney ganó en Ohio, Virginia, Massachusetts, Idaho, Alaska y Vermont. Quedó segundo en Georgia, Tennessee y Oklahoma. Y en North Dakota quedó tercero pero obtuvo algunos delegados. Mejor casi imposible.
Su gran triunfo se reflejó en los delegados que ganó que es lo que cuenta para la nominación. Para la nominación se necesita la mitad mas uno de los delegados. Al día siguiente después del gran martes Romney quedó con más delegados que los otros tres candidatos sumados (Romney 404, Rick Santorum 161, Newt Gingrich 105, y Ron Paul 61). Mejor casi imposible.
¿De dónde sale entonces el cuentico que Romney no barrió en el gran martes? Cuando de opinión política se trata los medios tienden a no ser del todo imparciales. La mayoría de esos medios simpatizan con Barack Obama y están en la tónica de no reconocerle a Romney sus méritos. Por otro lado, Fox y otros medios conservadores están sesgados a favor de Santorum y Gingrich. O sea que Romney no la tiene fácil con los medios.
Entre otras le critican a Romney que sea el mejor organizado y el que tiene la mayor financiación y que eso esté contribuyendo a su victoria. ¿En qué planeta viven estos críticos? La organización y el dinero son absolutamente fundamentales en la política de un país diverso y disperso como Estados Unidos. El propio Obama ha demostrado ser un gran candidato en lo relacionado con ambos temas.
Pero dicho esto es interesante señalar que Romney tiene su fortaleza electoral en estados del noreste y el oeste, en centros urbanos grandes, con las mujeres, y con personas de mayor nivel educativo. Es decir, es fuerte en donde Obama es fuerte. Una vez que gane la nominación, el electorado rural conservador y los evangélicos que todavía no le han perdonado que sea mormón, terminarán apoyándolo porque se oponen fuertemente a Obama.
Como lo dijo el propio Romney, el Partido Republicano eventualmente se unirá y quien lo unirá será Obama. Así las cosas, para Obama la nominación de Romney no es propiamente una buena noticia, así los medios sostengan lo contrario menospreciando sus triunfos frente a los múltiples rivales que han quedado derrotados a la vera del camino. El actual Presidente preferiría enfrentarse a un republicano sin mucha capacidad de convocatoria entre los independientes y sin posibilidades en los estados y zonas que tradicionalmente votan por los demócratas.
Al final de cuentas, el resultado de la elección presidencial de Estados Unidos dependerá en gran medida de la percepción que tengan los votantes sobre la economía del país. Si no hay una reconocida mejoría en este frente de aquí a noviembre, Obama la tendrá muy cuesta arriba.
(Advertencia: lanota.com sólo utiliza este nombre. No tiene relación alguna con portales o empresas que emplean la palabra lanota en otras combinaciones de nombres).
¿De dónde sale entonces el cuentico que Romney no barrió en el gran martes? Cuando de opinión política se trata los medios tienden a no ser del todo imparciales. La mayoría de esos medios simpatizan con Barack Obama y están en la tónica de no reconocerle a Romney sus méritos. Por otro lado, Fox y otros medios conservadores están sesgados a favor de Santorum y Gingrich. O sea que Romney no la tiene fácil con los medios.
Entre otras le critican a Romney que sea el mejor organizado y el que tiene la mayor financiación y que eso esté contribuyendo a su victoria. ¿En qué planeta viven estos críticos? La organización y el dinero son absolutamente fundamentales en la política de un país diverso y disperso como Estados Unidos. El propio Obama ha demostrado ser un gran candidato en lo relacionado con ambos temas.
Pero dicho esto es interesante señalar que Romney tiene su fortaleza electoral en estados del noreste y el oeste, en centros urbanos grandes, con las mujeres, y con personas de mayor nivel educativo. Es decir, es fuerte en donde Obama es fuerte. Una vez que gane la nominación, el electorado rural conservador y los evangélicos que todavía no le han perdonado que sea mormón, terminarán apoyándolo porque se oponen fuertemente a Obama.
Como lo dijo el propio Romney, el Partido Republicano eventualmente se unirá y quien lo unirá será Obama. Así las cosas, para Obama la nominación de Romney no es propiamente una buena noticia, así los medios sostengan lo contrario menospreciando sus triunfos frente a los múltiples rivales que han quedado derrotados a la vera del camino. El actual Presidente preferiría enfrentarse a un republicano sin mucha capacidad de convocatoria entre los independientes y sin posibilidades en los estados y zonas que tradicionalmente votan por los demócratas.
Al final de cuentas, el resultado de la elección presidencial de Estados Unidos dependerá en gran medida de la percepción que tengan los votantes sobre la economía del país. Si no hay una reconocida mejoría en este frente de aquí a noviembre, Obama la tendrá muy cuesta arriba.
(Advertencia: lanota.com sólo utiliza este nombre. No tiene relación alguna con portales o empresas que emplean la palabra lanota en otras combinaciones de nombres).