Los acuerdo comerciales de Estados Unidos con Colombia, Panamá y Corea del Sur no están en la agenda legislativa de ese país.
Así lo reconoció el secretario de Comercio de Estados Unidos Gary Locke quien señaló que “esos acuerdos tendrán que esperar”. ¿Por cuánto tiempo? Según Locke hasta que el Congreso tramite los proyectos de ley que si son prioritarios para Barack Obama, tales como los relacionados con la reforma al sistema de salud, las nuevas regulaciones al sector financiero y la promoción de fuentes alternativas de energía.
Es evidente que a Obama no le interesa avanzar en el libre comercio. Sus pronunciamientos al respecto son ambiguos. Estados Unidos necesita exportar más que nunca, pero eso no inquieta a la actual administración. Lo previsible por ahora es la procrastinación en este tema. Los tres países que ya firmaron los acuerdos con el gobierno de Estados Unidos deberán archivarlos. No hay que gastar pólvora en gallinazos.
Algún día, a algún funcionario público importante de ese país se le ocurrirá que esos acuerdos pueden ser de interés. Como es sabido, los políticos y los burócratas de los gobiernos marchan a un ritmo muy distinto al que se impone en el mundo actual de los negocios y del comercio. Instituciones como el Congreso de Estados Unidos que solamente pueden tramitar un proyecto de ley a la vez, son anacrónicas en pleno Siglo XXI y en medio de un mundo globalizado.
Es evidente que a Obama no le interesa avanzar en el libre comercio. Sus pronunciamientos al respecto son ambiguos. Estados Unidos necesita exportar más que nunca, pero eso no inquieta a la actual administración. Lo previsible por ahora es la procrastinación en este tema. Los tres países que ya firmaron los acuerdos con el gobierno de Estados Unidos deberán archivarlos. No hay que gastar pólvora en gallinazos.
Algún día, a algún funcionario público importante de ese país se le ocurrirá que esos acuerdos pueden ser de interés. Como es sabido, los políticos y los burócratas de los gobiernos marchan a un ritmo muy distinto al que se impone en el mundo actual de los negocios y del comercio. Instituciones como el Congreso de Estados Unidos que solamente pueden tramitar un proyecto de ley a la vez, son anacrónicas en pleno Siglo XXI y en medio de un mundo globalizado.