Desde que comenzó el invierno, han aumentado los apagones no programados. Once años de ineptitud y falta de planeamiento no se corrigen con unas lluvias.
Varios de esos apagones, que son adicionales a las horas de racionamiento establecidas por el gobierno, se originan en lo que las autoridades denominan “fallas eléctricas”. Son, en realidad, resultado de un sistema de transmisión y distribución que no responde adecuadamente luego de once años de falta de mantenimiento e inversión.
En materia de generación, a pesar de las significativas lluvias de abril, el nivel de la presa de Guri ha vuelto a caer en lugar de aumentar. La razón es simple. Ante la falta de generación termoeléctrica, su caudal turbinado promedio se ha mantenido por encima del creciente caudal que ha aportado últimamente el río Caroní.
Todas las payasadas de Hugo Chávez y Alí Rodríguez sobre cómo el gobierno ha venido incrementando la generación termoeléctrica son solo eso, payasadas. Estos personajes nunca han sido lo suficientemente varones como para contarle a la población cuál es la verdadera situación del sector eléctrico. Ni siquiera han pedido disculpas por los innumerables daños y perjuicios que su desgobierno le han ocasionado a la población en esta crítica área de la vida cuotidiana.
Los payasos han cantado victoria antes de tiempo en un tema complejo. Por ejemplo, a pesar de los anuncios oficiales, no ha sido posible poner en pleno funcionamiento la unidad 1 de Planta Centro. Por otro lado, ya lleva varios días fuera de servicio una de las tres unidades de la Central Térmica Tacoa. Adicionalmente, la Central Ramón Laguna sigue operando a media marcha.
O sea que poco o nada ha cambiado en materia de generación de energía eléctrica en relación con la situación que se tenía a comienzos de 2010. La única diferencia son las lluvias. Pero ellas no son suficientes para darle tranquilidad a Venezuela de que está en vías de superar la mayor crisis eléctrica de su historia.
En materia de generación, a pesar de las significativas lluvias de abril, el nivel de la presa de Guri ha vuelto a caer en lugar de aumentar. La razón es simple. Ante la falta de generación termoeléctrica, su caudal turbinado promedio se ha mantenido por encima del creciente caudal que ha aportado últimamente el río Caroní.
Todas las payasadas de Hugo Chávez y Alí Rodríguez sobre cómo el gobierno ha venido incrementando la generación termoeléctrica son solo eso, payasadas. Estos personajes nunca han sido lo suficientemente varones como para contarle a la población cuál es la verdadera situación del sector eléctrico. Ni siquiera han pedido disculpas por los innumerables daños y perjuicios que su desgobierno le han ocasionado a la población en esta crítica área de la vida cuotidiana.
Los payasos han cantado victoria antes de tiempo en un tema complejo. Por ejemplo, a pesar de los anuncios oficiales, no ha sido posible poner en pleno funcionamiento la unidad 1 de Planta Centro. Por otro lado, ya lleva varios días fuera de servicio una de las tres unidades de la Central Térmica Tacoa. Adicionalmente, la Central Ramón Laguna sigue operando a media marcha.
O sea que poco o nada ha cambiado en materia de generación de energía eléctrica en relación con la situación que se tenía a comienzos de 2010. La única diferencia son las lluvias. Pero ellas no son suficientes para darle tranquilidad a Venezuela de que está en vías de superar la mayor crisis eléctrica de su historia.