Durante el III trimestre de 2010 el PIB de Colombia aumentó 3,6% frente a igual período del año anterior.
Este crecimiento contrasta con el incremento interanual de 4,4% y 4,5% durante el segundo y primer trimestre del año, respectivamente. En año corrido enero-septiembre el PIB aumentó 4,1% frente a los mismos nueve meses de 2009.
Por el lado de la demanda, sobresale en el tercer trimestre el aumento en el consumo de hogares de 4,3%, superior al 3,6% de los dos trimestres anteriores. Se trata del mejor desempeño de este renglón desde el primer trimestre de 2008.
Las importaciones llevan dos trimestre consecutivos de un elevado crecimiento (20,3% en el tercer trimestre y 19,1% en el segundo), mientras que el dinamismo de las exportaciones continuó acelerándose (5,4% en el tercer trimestre y 2,1% en el segundo). En el período comprendido entre el IV trimestre de 2008 y I trimestre de 2010 se registraron sucesivas caídas en las exportaciones.
Por otro lado, el aumento del consumo del gobierno de 3,3% fue el menor desde el segundo trimestre de 2009, en tanto que el de la formación bruta de capital fijo de 2,7% también fue inferior al de trimestres anteriores.
Por el lado de la oferta, los sectores que lideraron el crecimiento durante el tercer trimestre fueron equipo de transporte con un incremento anual de 22%, confecciones con 18,4%, petróleo crudo y gas natural 17,9%; productos de cuero y calzado 14,7%, transporte aéreo 14,6%, productos de café 9%, comercio 7,9%, muebles 7,9%, correo y telecomunicaciones 7,4%, transporte terrestre 7,3%, y productos de plástico 6,2%.
A su vez, los sectores que jalonaron a la baja el crecimiento económico fueron azúcar (–17,5%), obras civiles (–15,2%), minerales no metálicos (–10,2%), edificación urbana (–5,1%), productos agrícolas distintos al café (–5,1%), y carbón mineral (–2%).
En realidad, es de esperar que en la medida en la cual reaccione la producción agropecuaria y se concrete una esperada recuperación de la construcción, la economía colombiana podría crecer a tasas cercanas al 5% anual y aún más si el consumo de hogares continúa acelerándose. Las bajas tasas de interés y la creciente liquidez que se observa a finales de 2010 le dan credibilidad a esta conclusión.
Sin embargo, dada las consecuencias negativas del crudo invierno que afectó al país durante el IV trimestre de 2010, ese mayor crecimiento económico se daría ante todo a partir del primer trimestre de 2011, y siempre y cuando la economía global no experimente una recaída.
Por el lado de la demanda, sobresale en el tercer trimestre el aumento en el consumo de hogares de 4,3%, superior al 3,6% de los dos trimestres anteriores. Se trata del mejor desempeño de este renglón desde el primer trimestre de 2008.
Las importaciones llevan dos trimestre consecutivos de un elevado crecimiento (20,3% en el tercer trimestre y 19,1% en el segundo), mientras que el dinamismo de las exportaciones continuó acelerándose (5,4% en el tercer trimestre y 2,1% en el segundo). En el período comprendido entre el IV trimestre de 2008 y I trimestre de 2010 se registraron sucesivas caídas en las exportaciones.
Por otro lado, el aumento del consumo del gobierno de 3,3% fue el menor desde el segundo trimestre de 2009, en tanto que el de la formación bruta de capital fijo de 2,7% también fue inferior al de trimestres anteriores.
Por el lado de la oferta, los sectores que lideraron el crecimiento durante el tercer trimestre fueron equipo de transporte con un incremento anual de 22%, confecciones con 18,4%, petróleo crudo y gas natural 17,9%; productos de cuero y calzado 14,7%, transporte aéreo 14,6%, productos de café 9%, comercio 7,9%, muebles 7,9%, correo y telecomunicaciones 7,4%, transporte terrestre 7,3%, y productos de plástico 6,2%.
A su vez, los sectores que jalonaron a la baja el crecimiento económico fueron azúcar (–17,5%), obras civiles (–15,2%), minerales no metálicos (–10,2%), edificación urbana (–5,1%), productos agrícolas distintos al café (–5,1%), y carbón mineral (–2%).
En realidad, es de esperar que en la medida en la cual reaccione la producción agropecuaria y se concrete una esperada recuperación de la construcción, la economía colombiana podría crecer a tasas cercanas al 5% anual y aún más si el consumo de hogares continúa acelerándose. Las bajas tasas de interés y la creciente liquidez que se observa a finales de 2010 le dan credibilidad a esta conclusión.
Sin embargo, dada las consecuencias negativas del crudo invierno que afectó al país durante el IV trimestre de 2010, ese mayor crecimiento económico se daría ante todo a partir del primer trimestre de 2011, y siempre y cuando la economía global no experimente una recaída.