La encuesta fue realizada durante finales de septiembre y octubre de 2009 por Latinobarómetro, una firma con sede en Santiago de Chile. Firmas encuestadores contratadas para tal efecto en 18 países de la región entrevistaron a 20.204 personas. Latinobarómetro ha venido realizando este tipo de encuestas desde 1995.
En general, durante la actual década ha aumentado el apoyo de los latinoamericanos a los sistemas democráticos de gobierno. Vista la otra cara de la moneda, debe destacarse que el país con más bajo apoyo a soluciones autoritarias es Venezuela (7% del total de los entrevistados). y con el más alto apoyo a este tipo de soluciones figuran Paraguay (31%), Guatemala (30%) y Ecuador (25%).
En Uruguay, Costa Rica y Panamá es donde hay más satisfacción con la forma como la democracia está operando. En Perú, México y Honduras es donde hay mayor inconformidad a este respecto.
En general, durante la actual década ha aumentado el apoyo de los latinoamericanos a los sistemas democráticos de gobierno. Vista la otra cara de la moneda, debe destacarse que el país con más bajo apoyo a soluciones autoritarias es Venezuela (7% del total de los entrevistados). y con el más alto apoyo a este tipo de soluciones figuran Paraguay (31%), Guatemala (30%) y Ecuador (25%).
En Uruguay, Costa Rica y Panamá es donde hay más satisfacción con la forma como la democracia está operando. En Perú, México y Honduras es donde hay mayor inconformidad a este respecto.
La institución en la que los entrevistados tienen la mayor confianza es la iglesia. Le siguen la televisión y los militares. Al otro lado de la balanza, es decir las que inspiran la menor confianza, están los partidos políticos y los sistemas judiciales.
Donde consideran que la economía de mercado es lo mejor para el país es en Venezuela, seguida de Brasil y Colombia. El aumento en Venezuela en esta preferencia ha sido de 10 puntos porcentuales en los últimos dos años. Por otro lado, 81% de los venezolanos entrevistados consideran que la empresa privada es indispensable para el desarrollo económico, un importante incremento con respecto a años anteriores.
De hecho, si bien 45% de los venezolanos todavía apoyan a Hugo Chávez, el descenso ha sido de 20 puntos en relación con 2006. Parecería un poco alto si se tiene en cuenta su estilo autoritario, así como sus políticas de nacionalizaciones de empresas y de restricciones a la libertad de mercados.
Donde consideran que la economía de mercado es lo mejor para el país es en Venezuela, seguida de Brasil y Colombia. El aumento en Venezuela en esta preferencia ha sido de 10 puntos porcentuales en los últimos dos años. Por otro lado, 81% de los venezolanos entrevistados consideran que la empresa privada es indispensable para el desarrollo económico, un importante incremento con respecto a años anteriores.
De hecho, si bien 45% de los venezolanos todavía apoyan a Hugo Chávez, el descenso ha sido de 20 puntos en relación con 2006. Parecería un poco alto si se tiene en cuenta su estilo autoritario, así como sus políticas de nacionalizaciones de empresas y de restricciones a la libertad de mercados.
Es posible que muchos venezolanos miren con buenos ojos las nacionalizaciones de empresas extranjeras y que lo que consideran como empresas privadas indispensables sean las nacionales. También nada de raro sería que sus ideas positivas acerca de la “economía de mercado” no se extiendan a las libertades que se requieren para su buen funcionamiento. Y finalmente, parecería que después de más de 10 años de Chavez, los venezolanos han perdido la noción de qué es un gobierno autoritario.
La imagen de Chávez en la región también ha caído y es de las más bajas entre los diferentes líderes. Lo superan, entre otros, Barack Obama, Luiz Inácio Lula da Silva, Michelle Bachelet, Felipe Calderón y Álvaro Uribe. Esta mediocre imagen no se compagina con el considerable gasto en viajes y prebendas de todo tipo que ha distribuido en diferentes países de la región, pagadas obviamente con los dineros de los venezolanos. Y habría que agregar Telesur, un canal regional destinado a su endiosamiento, así como otros medios de comunicación que viven de los subsidios del gobierno venezolano.
No obstante el muy elevado costo de toda esta campaña continua de relaciones públicas, su imagen, en lugar de haber mejorado, se ha deteriorado. El resultado de todo este esfuerzo de relaciones publicas ha sido francamente desastroso desde el punto de vista de un análisis costo beneficio.