Es totalmente ingenuo en temas como el de la financiación externa de los grandes proyectos de inversión pública.
El Presidente Rafael Correa y los voceros de su gobierno se la pasan hablando de los miles de millones de dólares que conseguirán para llevar a cabo proyectos como el de la central hidroeléctrica de Coca Codo y la Refinería del Pacífico. Pero pasan los días y sus palabras se las lleva el viento.
La última perla son las declaraciones de Luis Jaramillo, presidente de Petroecuador. Dijo que Deutsche Bank y China Import-Export Bank han mostrado interés en financiar la llamada Refinería del Pacífico. Esta es la refinería que anuncian con bombos y platillos Correa y el Presidente de Venezuela Hugo Chávez cada vez que se reúnen. Petroecuador poseería el 51% del proyecto y PDVSA el 49%. Su capacidad sería de 300.000 barriles diarios y el costo total estimado es de US$12.500 millones.
Jaramillo manifestó que el Dutsche Bank financiaría US$3.000 millones “una vez que reciba el estudio de factibilidad y se compruebe la viabilidad del proyecto”. ¿Qué otra respuesta podría dar el banco alemán? No negará recibir una solicitud, y menos si se trata de un gobierno. Pero de ahí a desembolsar el dinero…
La última perla son las declaraciones de Luis Jaramillo, presidente de Petroecuador. Dijo que Deutsche Bank y China Import-Export Bank han mostrado interés en financiar la llamada Refinería del Pacífico. Esta es la refinería que anuncian con bombos y platillos Correa y el Presidente de Venezuela Hugo Chávez cada vez que se reúnen. Petroecuador poseería el 51% del proyecto y PDVSA el 49%. Su capacidad sería de 300.000 barriles diarios y el costo total estimado es de US$12.500 millones.
Jaramillo manifestó que el Dutsche Bank financiaría US$3.000 millones “una vez que reciba el estudio de factibilidad y se compruebe la viabilidad del proyecto”. ¿Qué otra respuesta podría dar el banco alemán? No negará recibir una solicitud, y menos si se trata de un gobierno. Pero de ahí a desembolsar el dinero…
Jaramillo también expresó que China Import-Export Bank participaría en la financiación con US$2.000 millones. Esta última es la misma entidad que le pidió al gobierno de Ecuador que le pignorara los activos del Banco Central para financiarle una central hidroeléctrica.
¿Y quién sufragaría los US$7.500 millones restantes? Petroecuador no dispone de mayor margen. PDVSA, a su vez, no dispone ni de los recursos ni de la capacidad técnica para construir una refinería de esta envergadura.
Seguramente todavía quedan algunos ecuatorianos pelmazos o bombetas entusiasmados con las promesas de Hugo Chávez. Las mismas que le ha hecho a varios países. Son como 8 refinerías que ha prometido y ninguna que ha empezado. PDVSA enfrenta la peor crisis financiera de su historia. No dispone de un dólar para renovar sus propias refinerías y menos para contribuir con proyectos como este.
Lo cierto es que no se ve quién le pueda prestar a Ecuador para su refinería. La Refinería del Pacífico le queda grande al país, al menos por ahora. Pero, además, Ecuador no le ofrece garantía alguna a sus acreedores externos. Les ha incumplido en repetidas ocasiones. Se ha aislado por completo de los mercados financieros internacionales. Ni siquiera tiene acceso al Fondo Monetario Internacional (FMI) o al Banco Mundial. Sus reservas internacionales cubren a duras penas 3 meses de importaciones. Los ingresos por concepto de inversión extranjera son mínimos debido al maltrato y a la inseguridad jurídica. El presupuesto del gobierno nacional de 2010 está desfinanciado.
Ese el país cuyo gobierno sueña con que le caerán del cielo miles de millones de dólares para grandes proyectos de inversión. Parecería que una parte importante de su población todavía cree en esos cuentos. Peor aún, da la impresión que Correa y sus funcionarios no perciben que “no es por soñar despierto, que los sueños se convierten en realidades”.
¿Y quién sufragaría los US$7.500 millones restantes? Petroecuador no dispone de mayor margen. PDVSA, a su vez, no dispone ni de los recursos ni de la capacidad técnica para construir una refinería de esta envergadura.
Seguramente todavía quedan algunos ecuatorianos pelmazos o bombetas entusiasmados con las promesas de Hugo Chávez. Las mismas que le ha hecho a varios países. Son como 8 refinerías que ha prometido y ninguna que ha empezado. PDVSA enfrenta la peor crisis financiera de su historia. No dispone de un dólar para renovar sus propias refinerías y menos para contribuir con proyectos como este.
Lo cierto es que no se ve quién le pueda prestar a Ecuador para su refinería. La Refinería del Pacífico le queda grande al país, al menos por ahora. Pero, además, Ecuador no le ofrece garantía alguna a sus acreedores externos. Les ha incumplido en repetidas ocasiones. Se ha aislado por completo de los mercados financieros internacionales. Ni siquiera tiene acceso al Fondo Monetario Internacional (FMI) o al Banco Mundial. Sus reservas internacionales cubren a duras penas 3 meses de importaciones. Los ingresos por concepto de inversión extranjera son mínimos debido al maltrato y a la inseguridad jurídica. El presupuesto del gobierno nacional de 2010 está desfinanciado.
Ese el país cuyo gobierno sueña con que le caerán del cielo miles de millones de dólares para grandes proyectos de inversión. Parecería que una parte importante de su población todavía cree en esos cuentos. Peor aún, da la impresión que Correa y sus funcionarios no perciben que “no es por soñar despierto, que los sueños se convierten en realidades”.