Es la conclusión de un informe del McKinsey Global Institute (MGI) sobre lo que denomina el súper ciclo de precios altos de energía, metales y alimentos.
Este súper ciclo empezó en los albores del siglo XXI y se ha caracterizado por aumentos significativos en los precios internacionales de los principales productos básicos. Varios de esos precios mas que se duplicaron desde 2000. Adicionalmente, en los últimos tres años la volatilidad promedio anual de estos precios ha sido tres veces mas alta que la que se registró en la década de los años noventa. Pero su caída reciente ha llevado a algunos expertos a concluir que ha llegado el final del súper ciclo.
Pues bien, el MGI sostiene en su informe de 2013 “Resource revolution: Tracking global commodities markets” que esta última conclusión es prematura. Si bien desde 2011 los precios de los productos básicos han dejado de aumentar y algunos han descendido, todavía están casi a los mismos niveles de su pico en 2008. Y ello no obstante que la economía global se ha desacelerado y se encuentra en niveles que podrían considerarse sub óptimos.
Para MGI existen varios factores que contribuyen al mantenimiento del súper ciclo. Uno de ellos tiene que ver con los mayores costos marginales de producción de la mayoría de estos productos. Por ejemplo, en el caso de petróleo y distintos minerales la exploración y explotación requerida para atender aumentos en la demanda es en regiones cada vez mas lejanas, y geológica y políticamente mas complicadas. A su vez, los mayores costos de producción en el sector energético inciden en los costos de los insumos que se utilizan para la producción de metales y de alimentos.
El informe enfatiza las limitaciones recientes en la respuesta de la oferta ante aumentos en la demanda y muy especialmente la proveniente de las economías emergentes entre las que sobresalen las de China e India. Será una carrera entre esta creciente demanda y el impacto favorable sobre la oferta de innovaciones tecnológicas e incrementos en productividad. O sea que la pregunta crucial es si los cambios tecnológicos pueden introducir mejoras en los procesos productivos con la suficiente rapidez para atender estos crecimientos de la demanda en medio de condiciones geológicas y ambientales cada vez mas desafiantes.
Por ahora el MGI sugiere que la carrera la sigue ganando la demanda y que los rumores sobre el final del súper ciclo son exagerados, a pesar de innovaciones como los avances en las tecnologías de explotación de campos de arenas petrolíferas y esquistos bituminosos, así como en las tecnologías sísmicas en 3-D y 4-D utilizadas en las exploraciones energéticas.
Pues bien, el MGI sostiene en su informe de 2013 “Resource revolution: Tracking global commodities markets” que esta última conclusión es prematura. Si bien desde 2011 los precios de los productos básicos han dejado de aumentar y algunos han descendido, todavía están casi a los mismos niveles de su pico en 2008. Y ello no obstante que la economía global se ha desacelerado y se encuentra en niveles que podrían considerarse sub óptimos.
Para MGI existen varios factores que contribuyen al mantenimiento del súper ciclo. Uno de ellos tiene que ver con los mayores costos marginales de producción de la mayoría de estos productos. Por ejemplo, en el caso de petróleo y distintos minerales la exploración y explotación requerida para atender aumentos en la demanda es en regiones cada vez mas lejanas, y geológica y políticamente mas complicadas. A su vez, los mayores costos de producción en el sector energético inciden en los costos de los insumos que se utilizan para la producción de metales y de alimentos.
El informe enfatiza las limitaciones recientes en la respuesta de la oferta ante aumentos en la demanda y muy especialmente la proveniente de las economías emergentes entre las que sobresalen las de China e India. Será una carrera entre esta creciente demanda y el impacto favorable sobre la oferta de innovaciones tecnológicas e incrementos en productividad. O sea que la pregunta crucial es si los cambios tecnológicos pueden introducir mejoras en los procesos productivos con la suficiente rapidez para atender estos crecimientos de la demanda en medio de condiciones geológicas y ambientales cada vez mas desafiantes.
Por ahora el MGI sugiere que la carrera la sigue ganando la demanda y que los rumores sobre el final del súper ciclo son exagerados, a pesar de innovaciones como los avances en las tecnologías de explotación de campos de arenas petrolíferas y esquistos bituminosos, así como en las tecnologías sísmicas en 3-D y 4-D utilizadas en las exploraciones energéticas.