Un estudio reciente llega a la conclusión de que los problemas de obesidad no se curan con ejercicio sino con una dieta adecuada.
Puede ser que el ejercicio sea bueno para fortalecer huesos y músculos y para mejorar la salud mental, así como para reducir la presión sanguínea, los niveles de colesterol y los peligros de enfermedades al corazón y de ciertos cánceres. Sin embargo, no es remedio o cura para la obesidad.
Investigadores de Loyola University Health System y de otros centros de salud compararon a mujeres afro americanas de Chicago con mujeres de las zonas rurales de Nigeria. Las de Chicago pesaron en promedio 184 libras y las de Nigeria 127 libras. Se pensó que las nigerianas pesaban menos porque eran más activas físicamente hablando. Pero para sorpresa de los investigadores no hubo mayor diferencia en el gasto de calorías entre los dos grupos. Por lo cual concluyeron que la menor actividad física no era la causante de la epidemia de la obesidad.
El tema es de trascendental importancia. Y lo es porque hay la creencia de que si se come más, se puede compensar con mayor ejercicio. Por ejemplo, más aeróbicos, trote o pesas. Pero resulta que las calorías que se queman con el ejercicio poco importan si la dieta no es la correcta.
De acuerdo con el estudio de Loyola University —y que fuera publicado en el número de septiembre de 2008 de la revista Obesity— la dieta es lo que explica la diferencia de peso entre las mujeres de Chicago y las de Nigeria. La dieta de las nigerianas es alta en fibra y carbohidratos, en tanto que la de las de Chicago es alta en grasa y en comidas procesadas. Este estudio confirma los resultados de otros estudios en el sentido de que la pérdida de peso con solo más ejercicio es poco probable. Sin una restricción en la dieta, no hay nada que hacer.
O sea que no hay que engañarse. Comer menos y más saludablemente parece ser el único camino para combatir seriamente los problemas de obesidad.
Investigadores de Loyola University Health System y de otros centros de salud compararon a mujeres afro americanas de Chicago con mujeres de las zonas rurales de Nigeria. Las de Chicago pesaron en promedio 184 libras y las de Nigeria 127 libras. Se pensó que las nigerianas pesaban menos porque eran más activas físicamente hablando. Pero para sorpresa de los investigadores no hubo mayor diferencia en el gasto de calorías entre los dos grupos. Por lo cual concluyeron que la menor actividad física no era la causante de la epidemia de la obesidad.
El tema es de trascendental importancia. Y lo es porque hay la creencia de que si se come más, se puede compensar con mayor ejercicio. Por ejemplo, más aeróbicos, trote o pesas. Pero resulta que las calorías que se queman con el ejercicio poco importan si la dieta no es la correcta.
De acuerdo con el estudio de Loyola University —y que fuera publicado en el número de septiembre de 2008 de la revista Obesity— la dieta es lo que explica la diferencia de peso entre las mujeres de Chicago y las de Nigeria. La dieta de las nigerianas es alta en fibra y carbohidratos, en tanto que la de las de Chicago es alta en grasa y en comidas procesadas. Este estudio confirma los resultados de otros estudios en el sentido de que la pérdida de peso con solo más ejercicio es poco probable. Sin una restricción en la dieta, no hay nada que hacer.
O sea que no hay que engañarse. Comer menos y más saludablemente parece ser el único camino para combatir seriamente los problemas de obesidad.