Declara que lo que busca es la paz y a renglón seguido amenaza con una guerra civil. Invita a diálogos y luego ordena a sus bandas de malandros a asesinar, reprimir y aterrorizar a la población.
En el colmo del cinismo y la farsa las bandas de malandros salieron con sus motocicletas el 24 de febrero de 2014 a marchar bajo el lema “no somos delincuentes, queremos la paz”. La prensa oficialista anunció con bombos y platillos que la movilización de lo que ahora último llaman la fuerza motorizada revolucionaria era para decir si a la paz y a la vida. Estos “angelitos”, administradores de la delincuencia común en los barrios populares, salieron a marchar, no con sus sofisticadas armas, sino con bombitas inflables blancas.
Esta marcha surrealista ilustra lo que es el régimen de Maduro. Este personaje, cada vez que se enseria es para lanzar mensajes de odio a diestra y siniestra. Y entonces simula una voz igualita a la de Hugo Chávez. Insultos van e insultos vienen como si fueran de Chávez. Para quien escucha la transmisión por radio la transmisión es como si Chávez hubiere resucitado. El mismo tipo de insultos y voz. ¿Cuánto habrá practicado para vociferar y ladrar como lo hacía Chávez?
Fue con esa voz que Maduro, en una marcha por la paz de unas pocas mujeres tarifadas, amenazó con incendiar el país si era despojado del poder. Exactamente lo mismo que decía Chávez cuando se encontraba en apuros.
Tal como es la costumbre de todo comunista que se respete, la culpa de los errores propios pertenece al reino de lo ajeno. El desencuaderne institucional, político, social y económico de Venezuela no es de su hechura ni del gobierno chavista de los últimos 15 años. Al país le han caído encima todos los males habidos y por haber por culpa de una larga lista de enemigos. Pero la verdad es que a estas alturas del paseo solo los "enchufados", como les dice Henrique Capriles, le jalan a esta gastada y trillada versión de los acontecimientos.
Ahora que se encuentra contra la pared, vuelve Maduro a echarle la culpa de todo lo que está pasando a los “fascistas” de la derecha (actualmente mas de la mitad de la población), al Presidente Obama, al gobierno de Estados Unidos, al ex Presidente de Colombia Álvaro Uribe Vélez, y a los canales de televisión CNN, Univisión, Telemundo, NBC, y tantos otros. Cualquiera que reporte la realidad tal como acontece, es un agente del imperialismo o la hace movido por “oscuras” fuerzas.
Ni Maduro ni sus secuaces parecen haberse dado por enterados que el Muro de Berlín cayó hace casi 25 años y que la conversación que manejan nada que ver para esta época. Eso de gobernar a base de amenazas y represión en las calles, eso de calificar a los opositores de enemigos, eso de no responder por los desaciertos, eso de amordazar a la prensa y restringir todas las demás libertades políticas, así como las económicas, eso como que no es lo que corresponde en pleno Siglo XXI.
Solo en países parias como Cuba y Corea del Norte y unos pocos que quedan en Asia y África, pero cada vez menos, es que existen esquemas totalitarios de gobierno como el que quiso implantar Chávez y que ahora pretende consolidar Maduro, un personaje que encarna exactamente lo opuesto a lo que hoy por hoy se impone como la modernidad en la política.
Ni Maduro ni sus secuaces parecen haberse dado por enterados que el Muro de Berlín cayó hace casi 25 años y que la conversación que manejan nada que ver para esta época. Eso de gobernar a base de amenazas y represión en las calles, eso de calificar a los opositores de enemigos, eso de no responder por los desaciertos, eso de amordazar a la prensa y restringir todas las demás libertades políticas, así como las económicas, eso como que no es lo que corresponde en pleno Siglo XXI.
Solo en países parias como Cuba y Corea del Norte y unos pocos que quedan en Asia y África, pero cada vez menos, es que existen esquemas totalitarios de gobierno como el que quiso implantar Chávez y que ahora pretende consolidar Maduro, un personaje que encarna exactamente lo opuesto a lo que hoy por hoy se impone como la modernidad en la política.