Se anunció que Tribeca en compañía con un inversionista canadiense se encargaría de administrar la cartera colectiva de Interbolsa SAI. El traslado de esta cartera despierta interrogantes.
Interbolsa Administradora de Inversión (Interbolsa SAI) hace parte del Grupo InterBolsa, cuyas acciones se transan en la Bolsa de Valores de Colombia. La principal empresa del Grupo era Interbolsa Comisionista de Bolsa, que fuera intervenida por la Superintendencia Financiera para liquidarla y cuyo valor patrimonial se esfumó, por decir lo menos.
Interbolsa SAI es después de la comisionista la empresa mas importante del Grupo. Administra 11 fondos de inversión y siete fondos de capital privado. Estos últimos la mayoría relacionados con Tribeca Asset Management. Aunque todavía no se conocen los detalles de la propuesta de traslado de los fondos a una nueva empresa conformada por Tribeca y Portland Holdings (perteneciente a Michael Lee-Chin), lo cierto es que implicaría un marchitamiento adicional del Grupo InterBolsa.
Interbolsa SAI es después de la comisionista la empresa mas importante del Grupo. Administra 11 fondos de inversión y siete fondos de capital privado. Estos últimos la mayoría relacionados con Tribeca Asset Management. Aunque todavía no se conocen los detalles de la propuesta de traslado de los fondos a una nueva empresa conformada por Tribeca y Portland Holdings (perteneciente a Michael Lee-Chin), lo cierto es que implicaría un marchitamiento adicional del Grupo InterBolsa.
Cabe señalar al margen que las relaciones de negocios entre el principal dueño de Tribeca Luc Gerard y los dueños originales de Interbolsa Rodrigo Jaramillo y Juan Carlos Ortiz son de vieja data. Gerard estuvo en la junta directiva de Interbolsa y esta empresa fue hasta hace poco tiempo accionista de Tribeca.
En 2011, Interbolsa SAI registró ingresos operacionales de $34.802 millones (aproximadamente US$19 millones) y tuvo una utilidad neta de $6.526 millones (aproximadamente US$4 millones). Su Ebitda fue de $11.024 millones (aproximadamente US$6 millones). Por otro lado, los recursos de las carteras que administra son cercanos a $2 billones (mas de US$1.000 millones).
Sobra decir que esta cartera no pertenece a Interbolsa SAI, la cual solamente percibe una comisión por su administración. Pero este negocio es uno de los pilares del Grupo, que tiene cuantiosas obligaciones por las cuales responder. Entre ellas, obligaciones financieras y del mercado de valores cercanas a $90.000 millones (aproximadamente US$47 millones) y unos bonos con vencimiento en marzo de 2014 por $120.000 millones (aproximadamente US$65 millones).
¿Cuánto pagará Tribeca y su socio por este traslado de las carteras? ¿Contribuirá esta operación realmente a solucionar la difícil situación financiera por la que está atravesando el Grupo? ¿Qué viabilidad tiene el Grupo después del desplome de la comisionista y del desmantelamiento de la administradora de inversión? ¿Cuál es la verdadera relación del Grupo con fondos que están involucrados con operaciones que llevaron a la quiebra de la comisionista?
Todos estos interrogantes están actualmente sin responder, lo que ciertamente inquieta a accionistas y acreedores diferentes a quienes han sido los administradores y principales dueños. Las dudas se acrecientan si se tiene cuenta que no se ha dilucidado del todo cómo fueron los movimientos de dineros entre la comisionista, el Grupo y fondos relacionados. Y si además todavía se desconocen las implicaciones jurídicas de todos esos intricados movimientos.
Sobra decir que esta cartera no pertenece a Interbolsa SAI, la cual solamente percibe una comisión por su administración. Pero este negocio es uno de los pilares del Grupo, que tiene cuantiosas obligaciones por las cuales responder. Entre ellas, obligaciones financieras y del mercado de valores cercanas a $90.000 millones (aproximadamente US$47 millones) y unos bonos con vencimiento en marzo de 2014 por $120.000 millones (aproximadamente US$65 millones).
¿Cuánto pagará Tribeca y su socio por este traslado de las carteras? ¿Contribuirá esta operación realmente a solucionar la difícil situación financiera por la que está atravesando el Grupo? ¿Qué viabilidad tiene el Grupo después del desplome de la comisionista y del desmantelamiento de la administradora de inversión? ¿Cuál es la verdadera relación del Grupo con fondos que están involucrados con operaciones que llevaron a la quiebra de la comisionista?
Todos estos interrogantes están actualmente sin responder, lo que ciertamente inquieta a accionistas y acreedores diferentes a quienes han sido los administradores y principales dueños. Las dudas se acrecientan si se tiene cuenta que no se ha dilucidado del todo cómo fueron los movimientos de dineros entre la comisionista, el Grupo y fondos relacionados. Y si además todavía se desconocen las implicaciones jurídicas de todos esos intricados movimientos.