La escalada del dólar paralelo o negro se ha acentuado en los últimos días. Un creciente número de personas y empresas se han quedado sin acceso a dólares oficiales.
Eso ha hecho que el dólar paralelo o negro se haya disparado a niveles sin precedentes, superior en tres veces a la tasa oficial de 4.30 bolívares por dólar. Coincide, además, con el creciente desplome de la economía venezolana, el que se describe con nitidez en un pronunciamiento del Consejo de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Central de Venezuela (UCV).
Una vez que ese certero pronunciamiento fue entregado a la opinión pública, el gobierno de Venezuela, a través de sus voceros, salió a decir que la economía se recuperaría en el segundo semestre y que CADIVI estaba entregando dólares a manos rotas para el giro de importaciones.
El problema es que ese gobierno ha perdido por completo su credibilidad. Cada vez que Hugo Chávez o alguno de sus funcionarios se refieren a la situación económica queda la impresión que mienten o que están bajo los efectos de algún alucinógeno que los transporta a donde Alicia en el País de las Maravillas.
A la maraña de mentiras de Chávez y sus funcionarios, dichas no para controvertir lo incontrovertible, sino para confundir a los más ignorantes, se agrega las crecientes carencias en el suministro de la información por parte de las entidades oficiales encargadas de proporcionar datos económicos.
Se trata del montaje de una estrategia del gobierno de Chávez, con la asesoría de expertos cubanos, para evitar que las mentiras oficiales puedan ser refutadas por la oposición con evidencia en mano. En el País de las Maravillas no hay estadísticas y si las hay son las fabricadas para respaldar las mentiras oficiales.
La UCV en su pronunciamiento se queja de que desde septiembre de 2009 no se publica el Boletín Mensual del BCV, el cual contiene, entre otras cifras, indicadores de producción y comercio. Además, la información sobre la base monetaria no se publica con información precisa y completa desde diciembre de 2009, PDVSA no ha dado a conocer su informe de gestión de 2009, se desconocen los niveles de producción petrolera con frecuencia diaria o semanal, y el Instituto Nacional de Estadística (INE) no ofrece oportunamente cifras de exportaciones e importaciones.
Esta falta de información estadística es la que permite que se manipulen cifras como la del crecimiento del PIB y que se esconda la crítica situación financiera de PDVSA y de otras empresas públicas.
En el País de las Maravillas la realidad no cuenta. La fantasía lo es todo. Esto es, la fantasía oficial, que es la única permitida. Así lo fue siempre en las dictaduras comunistas: en la Unión Soviética, en la China de Mao, y en Cuba y Corea del Norte actualmente.
Sin estadísticas o con información manipulada, y con la fuerza de una implacable censura, los habitantes de estos países vivieron y viven en el País de las Maravillas. No importa que sus realidades cotidianas hayan sido y sean en extremo duras, mucho más duras que las de sus vecinos con regímenes democráticos.
La experiencia muestra que en los regímenes marxistas totalitarios sobran los oportunistas que se aprovechan de los borregos que se dejan ilusionar con las mentiras inventadas expresamente para lavarles el cerebro. Pero varios de esos regímenes terminaron por derrumbarse porque, por más que se la reprima y esconda, la verdad nunca desaparece. Siempre habrá rendijas por donde rebeldemente se asoma.
Hasta la propia Alicia se dio cuenta que era preferible abandonar su País de las Maravillas y sintonizarse nuevamente con el mundo real.
Una vez que ese certero pronunciamiento fue entregado a la opinión pública, el gobierno de Venezuela, a través de sus voceros, salió a decir que la economía se recuperaría en el segundo semestre y que CADIVI estaba entregando dólares a manos rotas para el giro de importaciones.
El problema es que ese gobierno ha perdido por completo su credibilidad. Cada vez que Hugo Chávez o alguno de sus funcionarios se refieren a la situación económica queda la impresión que mienten o que están bajo los efectos de algún alucinógeno que los transporta a donde Alicia en el País de las Maravillas.
A la maraña de mentiras de Chávez y sus funcionarios, dichas no para controvertir lo incontrovertible, sino para confundir a los más ignorantes, se agrega las crecientes carencias en el suministro de la información por parte de las entidades oficiales encargadas de proporcionar datos económicos.
Se trata del montaje de una estrategia del gobierno de Chávez, con la asesoría de expertos cubanos, para evitar que las mentiras oficiales puedan ser refutadas por la oposición con evidencia en mano. En el País de las Maravillas no hay estadísticas y si las hay son las fabricadas para respaldar las mentiras oficiales.
La UCV en su pronunciamiento se queja de que desde septiembre de 2009 no se publica el Boletín Mensual del BCV, el cual contiene, entre otras cifras, indicadores de producción y comercio. Además, la información sobre la base monetaria no se publica con información precisa y completa desde diciembre de 2009, PDVSA no ha dado a conocer su informe de gestión de 2009, se desconocen los niveles de producción petrolera con frecuencia diaria o semanal, y el Instituto Nacional de Estadística (INE) no ofrece oportunamente cifras de exportaciones e importaciones.
Esta falta de información estadística es la que permite que se manipulen cifras como la del crecimiento del PIB y que se esconda la crítica situación financiera de PDVSA y de otras empresas públicas.
En el País de las Maravillas la realidad no cuenta. La fantasía lo es todo. Esto es, la fantasía oficial, que es la única permitida. Así lo fue siempre en las dictaduras comunistas: en la Unión Soviética, en la China de Mao, y en Cuba y Corea del Norte actualmente.
Sin estadísticas o con información manipulada, y con la fuerza de una implacable censura, los habitantes de estos países vivieron y viven en el País de las Maravillas. No importa que sus realidades cotidianas hayan sido y sean en extremo duras, mucho más duras que las de sus vecinos con regímenes democráticos.
La experiencia muestra que en los regímenes marxistas totalitarios sobran los oportunistas que se aprovechan de los borregos que se dejan ilusionar con las mentiras inventadas expresamente para lavarles el cerebro. Pero varios de esos regímenes terminaron por derrumbarse porque, por más que se la reprima y esconda, la verdad nunca desaparece. Siempre habrá rendijas por donde rebeldemente se asoma.
Hasta la propia Alicia se dio cuenta que era preferible abandonar su País de las Maravillas y sintonizarse nuevamente con el mundo real.