La Caja Agraria se trransformó en Banagrario. Fue el único banco público que no fue privatizado. Once años después amenaza con convertirse en otro otro hueco negro.

 

Al cierre de agosto de 2010, la calidad de cartera por calificación de Banagrario es la peor entre todos los bancos de Colombia. Su cartera vencida (B, C, D y E) sobre cartera total del Banagrario asciende a 15,5%. Sólo se le acerca otro banco, HSBC, con 14%. Después de estos dos bancos se sitúa Red Multibanca Colpatria con 10,8%, en tanto que el resto de los bancos están por debajo de 10%.

Ahora bien, el patrimonio de Banagrario representaba, al finalizar agosto, sólo 8,5% de los activos totales. El promedio de los demás bancos era de 13,5%.

No solamente Banagrario está sub capitalizado, sino que el indicador de cubrimiento por calificación (provisiones sobre cartera morosa) es apenas 36,1%, cuando el promedio de los bancos es de 61,5%.

Más temprano que tarde será inevitable una nueva capitalización por cuenta del gobierno nacional. Pero el punto no es este. ¿Hasta dónde se justifica mantener un banco como Banagrario? O puesto de otra forma, ¿hasta dónde un banco expuesto a toda clase de presiones políticas debe administrar una cartera de crédito? ¿No sería más razonable convertirlo en establecimiento de segundo piso?