Según Nestor Osorio, director ejecutivo de la Organización Internacional de Café (OIC), la cosecha brasilera de café en 2009-2010 será relativamente pequeña.
En efecto, se proyecta que esa cosecha brasilera será de 40 millones de sacos de los cuales 27-29 millones se exportarán y 18 millones serán para consumo interno. De hecho, para 2009 la OIC prevé un consumo mundial de 130 millones de sacos frente a una producción mundial que podría alcanzar 125 millones de sacos. Estas cifras se comparan con las de 2008, que registran un consumo mundial de 128 millones y una producción mundial de 132.5 millones.
Ahora bien, hasta antes de estallar la crisis económica global el consumo mundial de café venía creciendo al 2% anual. Por otro lado, hacía mediados de 2008 los inventarios de café de los países productores habían caído a unos 17 millones de sacos frente a 25 millones del año anterior.
Esta situación de relativa escasez es una de las razones por las cuales los precios internacionales del café no han caído tanto desde junio, en comparación con los de otros productos básicos. Solamente han experimentado un descenso de 33%, mientras que el índice GSCI de materias primas disminuyó 63%. Sin embargo, persiste la incertidumbre acerca de la magnitud del impacto sobre el consumo durante los próximos dos años de la crisis económica global y muy especialmente, en el caso de los cafés prime.
Ahora bien, hasta antes de estallar la crisis económica global el consumo mundial de café venía creciendo al 2% anual. Por otro lado, hacía mediados de 2008 los inventarios de café de los países productores habían caído a unos 17 millones de sacos frente a 25 millones del año anterior.
Esta situación de relativa escasez es una de las razones por las cuales los precios internacionales del café no han caído tanto desde junio, en comparación con los de otros productos básicos. Solamente han experimentado un descenso de 33%, mientras que el índice GSCI de materias primas disminuyó 63%. Sin embargo, persiste la incertidumbre acerca de la magnitud del impacto sobre el consumo durante los próximos dos años de la crisis económica global y muy especialmente, en el caso de los cafés prime.