Los médicos cubanos se apartaron del dictamen de los demás médicos al aconsejar la no extirpación del nuevo tumor que afecta a Chávez.
Como se sabe, Chávez ha engañado consistentemente a la opinión publica venezolana y mundial sobre el verdadero estado de su salud. Hasta ahora muchos pelmazos le han creído. Su estrategia ha sido aquella de que “estoy en perfecto estado hasta que se pruebe lo contrario”. El problema es que cada vez es con mayor frecuencia que se “prueba lo contrario.”
Esta estrategia de no decir la verdad sobre su salud se ha prestado a la proliferación de toda clase de rumores, muchos de los cuales han probado ser ciertos. Los pronunciamientos oficiales sobre el particular no aciertan una. Tal es el estilo de gobiernos como los de Venezuela y Cuba que subordinan la verdad, por mas evidente que ella sea, a fines políticos coyunturales.
Los últimos rumores tienen que ver con la tercera operación que supuestamente Chávez se realizó en Cuba a finales de febrero de 2012. Dichos rumores tienen su origen en personas con vinculaciones de amistad o de familia al equipo médico que ha tratado a Chávez.
El ex embajador de Estados Unidos ante la OEA Roger Noriega, ha sido uno de los propagadores de los rumores a través de medios como El Nuevo Herald. Otros lo han hecho en la prensa española. En el caso específico de Noriega ha acertado en prácticamente todas sus apreciaciones sobre la situación de salud del Presidente venezolano en estos últimos tiempos.
Pues bien, lo que dicen ahora los rumores es que Chávez se encuentra en una etapa terminal y que al mandatario solo le quedarían meses de vida. El tumor de acelerado crecimiento que le encontraron en su último viaje a Cuba era más grande de lo previsto. Contrariando el consejo de médicos de nacionalidad no cubana, Chávez resolvió no someterse a la extensa operación quirúrgica necesaria para removerle ese agresivo tumor, básicamente porque no quería estar postrado durante largo tiempo en medio de la campaña previa a las elecciones presidenciales de octubre de 2012.
Según la versión de Noriega en declaraciones que concedió a El Nuevo Herald, lo que aparentemente decidió Chávez fue regresar lo más rápido posible a Venezuela “para poder incorporarse a la campaña presidencial, incluso si eso significa que no va a vivir un poco más de tiempo, con la esperanza de llegar con vida a las elecciones de octubre”.
Los médicos que no son de nacionalidad cubana no estuvieron de acuerdo con esta decisión de no operarse porque consideraban que la extracción del tumor era fundamental para que la quimioterapia y la radioterapia tuvieran alguna efectividad. El crecimiento acelerado del actual tumor era un argumento de fuerza para su inmediata extracción. Se requería de un tratamiento más agresivo con la enfermedad para contenerla y alargar el período de vida del paciente.
Sin embargo, los médicos cubanos se apartaron de la recomendación de los médicos de otras nacionalidades que conformaban el equipo que lo atendió. Obviamente un tratamiento médico más agresivo impediría que Chávez participara activamente en la campaña electoral. Y eso es lo menos que le interesa a Cuba, un país parásito que se sostiene con las transferencias de sus nacionales en el exilio, pero sobretodo con las ayudas superiores a US$5.000 millones anuales que le da Venezuela.
Chávez le hizo caso a la recomendación de los médicos cubanos. De acuerdo con Noriega, se aferró a esa recomendación porque “no quiere estar en cama por varios meses, recuperándose de lo que terminaría siendo una cirugía mayor”. Según parece su decisión es la de hacer uso de los pocos meses de vida que le quedan para evitar que se hunda su proyecto político. “Quiere dedicar la poca energía que le queda en consolidar una estrategia de sucesión”, agregó Noriega.
La estrategia de sucesión es en la que están súper interesados lo hermanos Raúl y Fidel Castro, quienes están consternados por lo que pueda sucederle a sus relaciones con una Venezuela sin Chávez. Y obviamente tienen motivos para preocuparse. Si Chávez desaparece de la escena, quienes lo reemplacen no tendrán su misma disposición para despilfarrar ingentes sumas de dinero en causas lejanas que no son del interés de Venezuela y de sus ciudadanos.
Mientras tanto aparentemente a Chávez no le queda otra cosa que pensar con el deseo, estimulado por los temerarios consejos de los médicos cubanos. Al regresar a Venezuela reiteró que cumplirá con su promesa de derrotar al cáncer. “Después de la exitosa operación del domingo 26 de febrero hemos estado en un proceso de franca recuperación y seguimos en recuperación.”
Y que siga la farsa mientras ella facilite el triunfo en octubre. Hermanos Castro, secretariado de las Farc, altos funcionarios y líderes sindicales chavistas, y todos los demás que han expoliado y están expoliando la riqueza venezolana, a tocar madera. Al final de cuentas, lo único que les interesa no es el futuro de Venezuela, y ni siquiera lo que le suceda al paciente, sino la riqueza que proviene de robar la propiedad ajena y de la explotación del petróleo venezolano.
(Advertencia: lanota.com sólo utiliza este nombre. No tiene relación alguna con portales o empresas que emplean la palabra lanota en otras combinaciones de nombres).
Esta estrategia de no decir la verdad sobre su salud se ha prestado a la proliferación de toda clase de rumores, muchos de los cuales han probado ser ciertos. Los pronunciamientos oficiales sobre el particular no aciertan una. Tal es el estilo de gobiernos como los de Venezuela y Cuba que subordinan la verdad, por mas evidente que ella sea, a fines políticos coyunturales.
Los últimos rumores tienen que ver con la tercera operación que supuestamente Chávez se realizó en Cuba a finales de febrero de 2012. Dichos rumores tienen su origen en personas con vinculaciones de amistad o de familia al equipo médico que ha tratado a Chávez.
El ex embajador de Estados Unidos ante la OEA Roger Noriega, ha sido uno de los propagadores de los rumores a través de medios como El Nuevo Herald. Otros lo han hecho en la prensa española. En el caso específico de Noriega ha acertado en prácticamente todas sus apreciaciones sobre la situación de salud del Presidente venezolano en estos últimos tiempos.
Pues bien, lo que dicen ahora los rumores es que Chávez se encuentra en una etapa terminal y que al mandatario solo le quedarían meses de vida. El tumor de acelerado crecimiento que le encontraron en su último viaje a Cuba era más grande de lo previsto. Contrariando el consejo de médicos de nacionalidad no cubana, Chávez resolvió no someterse a la extensa operación quirúrgica necesaria para removerle ese agresivo tumor, básicamente porque no quería estar postrado durante largo tiempo en medio de la campaña previa a las elecciones presidenciales de octubre de 2012.
Según la versión de Noriega en declaraciones que concedió a El Nuevo Herald, lo que aparentemente decidió Chávez fue regresar lo más rápido posible a Venezuela “para poder incorporarse a la campaña presidencial, incluso si eso significa que no va a vivir un poco más de tiempo, con la esperanza de llegar con vida a las elecciones de octubre”.
Los médicos que no son de nacionalidad cubana no estuvieron de acuerdo con esta decisión de no operarse porque consideraban que la extracción del tumor era fundamental para que la quimioterapia y la radioterapia tuvieran alguna efectividad. El crecimiento acelerado del actual tumor era un argumento de fuerza para su inmediata extracción. Se requería de un tratamiento más agresivo con la enfermedad para contenerla y alargar el período de vida del paciente.
Sin embargo, los médicos cubanos se apartaron de la recomendación de los médicos de otras nacionalidades que conformaban el equipo que lo atendió. Obviamente un tratamiento médico más agresivo impediría que Chávez participara activamente en la campaña electoral. Y eso es lo menos que le interesa a Cuba, un país parásito que se sostiene con las transferencias de sus nacionales en el exilio, pero sobretodo con las ayudas superiores a US$5.000 millones anuales que le da Venezuela.
Chávez le hizo caso a la recomendación de los médicos cubanos. De acuerdo con Noriega, se aferró a esa recomendación porque “no quiere estar en cama por varios meses, recuperándose de lo que terminaría siendo una cirugía mayor”. Según parece su decisión es la de hacer uso de los pocos meses de vida que le quedan para evitar que se hunda su proyecto político. “Quiere dedicar la poca energía que le queda en consolidar una estrategia de sucesión”, agregó Noriega.
La estrategia de sucesión es en la que están súper interesados lo hermanos Raúl y Fidel Castro, quienes están consternados por lo que pueda sucederle a sus relaciones con una Venezuela sin Chávez. Y obviamente tienen motivos para preocuparse. Si Chávez desaparece de la escena, quienes lo reemplacen no tendrán su misma disposición para despilfarrar ingentes sumas de dinero en causas lejanas que no son del interés de Venezuela y de sus ciudadanos.
Mientras tanto aparentemente a Chávez no le queda otra cosa que pensar con el deseo, estimulado por los temerarios consejos de los médicos cubanos. Al regresar a Venezuela reiteró que cumplirá con su promesa de derrotar al cáncer. “Después de la exitosa operación del domingo 26 de febrero hemos estado en un proceso de franca recuperación y seguimos en recuperación.”
Y que siga la farsa mientras ella facilite el triunfo en octubre. Hermanos Castro, secretariado de las Farc, altos funcionarios y líderes sindicales chavistas, y todos los demás que han expoliado y están expoliando la riqueza venezolana, a tocar madera. Al final de cuentas, lo único que les interesa no es el futuro de Venezuela, y ni siquiera lo que le suceda al paciente, sino la riqueza que proviene de robar la propiedad ajena y de la explotación del petróleo venezolano.
(Advertencia: lanota.com sólo utiliza este nombre. No tiene relación alguna con portales o empresas que emplean la palabra lanota en otras combinaciones de nombres).