Durante los últimos meses el grupo guerrillero Sendero Luminoso ha asesinado 30 soldados en varias emboscadas.
Según un nuevo estimativo las fuerzas armadas peruanas, este grupo guerrillero, que opera en las regiones productoras de coca Ene y Apurimac, consta de aproximadamente 600 efectivos. Los militares han sido sorprendidos con la capacidad ofensiva de los guerrilleros.
Algunos expertos en el tema opinan que el poder disuasivo de las fuerzas armadas peruanas ha decaído desde la época en que ocupaba la presidencia Alberto Fujimori. Por ejemplo, los soldados que tomaron parte en la reciente ofensiva contra Sendero Luminoso eran inexpertos y no estaban ni bien equipados ni bien alimentados.
Pocos dudan de la importancia para Perú de que su gobierno mantenga bajo control este problema. Las posibilidades de que la situación se le salga de las manos, aunque lejanas, merecen todo el cuidado y atención. Sendero Luminoso se financia nada menos que con el negocio del tráfico de la cocaína. Las fuerzas armadas peruanas necesitan fortalecerse y eso no sucede de la noche a la mañana, tal como lo demuestran experiencias como la reciente de Colombia y la de los años noventa del propio Perú. La asignación de mayores recursos del presupuesto nacional parece ser una necesidad sentida. La profesionalización y capacitación de sus unidades, a todos los niveles, parece ser otra prioridad incuestionable.
Algunos expertos en el tema opinan que el poder disuasivo de las fuerzas armadas peruanas ha decaído desde la época en que ocupaba la presidencia Alberto Fujimori. Por ejemplo, los soldados que tomaron parte en la reciente ofensiva contra Sendero Luminoso eran inexpertos y no estaban ni bien equipados ni bien alimentados.
Pocos dudan de la importancia para Perú de que su gobierno mantenga bajo control este problema. Las posibilidades de que la situación se le salga de las manos, aunque lejanas, merecen todo el cuidado y atención. Sendero Luminoso se financia nada menos que con el negocio del tráfico de la cocaína. Las fuerzas armadas peruanas necesitan fortalecerse y eso no sucede de la noche a la mañana, tal como lo demuestran experiencias como la reciente de Colombia y la de los años noventa del propio Perú. La asignación de mayores recursos del presupuesto nacional parece ser una necesidad sentida. La profesionalización y capacitación de sus unidades, a todos los niveles, parece ser otra prioridad incuestionable.