El triunfo de Francois Hollande en la primera vuelta de las elecciones presidenciales de Francia fue mal recibido por los mercados.
La impresión de muchos analistas es que la crisis de la deuda que afecta a la Unión Europea desembocará finalmente en una crisis política de grandes proporciones. En el caso de Hollande se trata de un político de la vieja escuela, una que subestima la importancia de la disciplina fiscal para conjurar esta crisis y que insiste en mantener beneficios sociales para cuya financiación no hay recursos.
Hollande no se las va bien con la canciller alemana Angela Merkel, insiste en imponer una confiscatoria tarifa impositiva de 75% a los mas ricos, y está empeñado en declararle la guerra al sistema financiero de su país.
En 2011 el déficit del gobierno central francés se situó en 5,2% del PIB. La meta del gobierno de Nicolas Sarkozy es reducirlo a 4,4% del PIB en este año en medio de un crecimiento económico de 0,7%. Y llevarlo por debajo de 3% del PIB en 2013. Hollande no se ha mostrado partidario de mantener este gradual ajuste fiscal, una postura que sería un golpe mortal a los intentos de imponer un mínimo de cordura en el manejo de las finanzas públicas entre los diferentes miembros de la Unión Europea, incluyendo lo mas díscolos.
Sin el compromiso de un ajuste fiscal serio, no hay forma de que se restablezca la confianza entre los inversionistas en el futuro del euro y de la Unión Europea. Sin esa confianza, la crisis del sistema financiero europeo se profundizaría, y muy especialmente en Francia cuyos bancos están al borde de la quiebra, si es que ya no lo están.
Es verdaderamente preocupante la difícil situación por la que atraviesa la Unión Europea. Su economía representa una quinta parte de la economía global, o sea que es de un tamaño similar a la de Estados Unidos. Pero sus 27 miembros en conjunto son los mayores importadores del planeta, y sus bancos tienen un importante protagonismo global.
(Advertencia: lanota.com sólo utiliza este nombre. No tiene relación alguna con portales o empresas que emplean la palabra lanota en otras combinaciones de nombres).
Hollande no se las va bien con la canciller alemana Angela Merkel, insiste en imponer una confiscatoria tarifa impositiva de 75% a los mas ricos, y está empeñado en declararle la guerra al sistema financiero de su país.
En 2011 el déficit del gobierno central francés se situó en 5,2% del PIB. La meta del gobierno de Nicolas Sarkozy es reducirlo a 4,4% del PIB en este año en medio de un crecimiento económico de 0,7%. Y llevarlo por debajo de 3% del PIB en 2013. Hollande no se ha mostrado partidario de mantener este gradual ajuste fiscal, una postura que sería un golpe mortal a los intentos de imponer un mínimo de cordura en el manejo de las finanzas públicas entre los diferentes miembros de la Unión Europea, incluyendo lo mas díscolos.
Sin el compromiso de un ajuste fiscal serio, no hay forma de que se restablezca la confianza entre los inversionistas en el futuro del euro y de la Unión Europea. Sin esa confianza, la crisis del sistema financiero europeo se profundizaría, y muy especialmente en Francia cuyos bancos están al borde de la quiebra, si es que ya no lo están.
Es verdaderamente preocupante la difícil situación por la que atraviesa la Unión Europea. Su economía representa una quinta parte de la economía global, o sea que es de un tamaño similar a la de Estados Unidos. Pero sus 27 miembros en conjunto son los mayores importadores del planeta, y sus bancos tienen un importante protagonismo global.
(Advertencia: lanota.com sólo utiliza este nombre. No tiene relación alguna con portales o empresas que emplean la palabra lanota en otras combinaciones de nombres).