Son diversos los mitos que se han creado alrededor de la reciente crisis de las economías mas avanzadas del planeta. He aquí cinco que se destacan.
Mito 1) La crisis fue culpa de los sistemas financieros. Se argumenta que la falta de regulación en esta actividad fue una de sus causas. Pues bien, la actividad financiera siempre ha sido una de las mas reguladas y especialmente en los países donde se desató con todo su rigor la crisis. Los ignorantes en temas macroeconómicos no mencionan la enorme e irresponsable liquidez que proporcionaron los bancos centrales antes de la crisis y que distorsionaron por completo la percepción de riesgo de los principales actores del mercado financiero y de otros mercados como el hipotecario. La función de la banca y de las demás entidades financieras es la de servir de simples intermediarias en los flujos de capitales y de dinero entre los distintos agentes económicos. Culparlas por la crisis es lo mismo que decir que las narices son las causantes de los estornudos que ocasiona una epidemia de gripe.
Mito 2) Los deudores morosos fueron unas inocentes víctimas. En realidad, ante la abundante liquidez previa a la crisis y las innumerables ofertas que estos deudores recibieron del sistema financiero, acudieron masivamente sin reparo alguno a sobre endeudarse y a tapar huecos financieros con otros huecos financieros mas profundos. Nadie los obligó a endeudarse. Se puede argumentar que el mercado les distorsionó su percepción de riesgo. Pero lo cierto es que la gran mayoría no fueron inocentes ovejas llevadas al abismo financiero por unos desalmados banqueros que les embutieron a la fuerza toda clase de préstamos. La gran mayoría de estos deudores lo hicieron movidos por su pequeña gran codicia, buscando sacar ventajas de las facilidades que les ofrecía el sector financiero. Abusaron hasta mas no poder de esas inusuales y temporales ventajas, sin medir las consecuencias a mas largo plazo.
Mito 3) Políticos y gobiernos fueron asaltados en su buena fe y poco o nada tuvieron que ver con la crisis. De todos los mitos este es el mas absurdo. Los políticos y los gobiernos y sus bancos centrales fueron los directos responsables de los problemas que se han presentado en la economía global desde 2008. Con gigantescos déficit fiscales permanentes y en medio de un entorno de políticas monetarias laxas que les permitió y todavía les permite financiar esos déficit en forma descarada, distorsionaron profundamente las percepciones de riesgo y las valoraciones inter temporales de los diferentes agentes económicos, tanto inversionistas como consumidores. Pero además extendieron beneficios sociales mucho mas allá de los recursos a su disposición, promoviendo una cultura de dependencia divorciada en forma creciente del esfuerzo productivo que se requiere para financiarlos.
Mito 4) La mayoría de la población fue espectadora pasiva en la generación de la crisis. Falso. Tuvo y tiene muchísimo que ver con la crisis. Es la que elige a los dirigentes políticos que emprenden irresponsables políticas monetarias y de gasto público. Es la que exige que el maná caiga del cielo haciéndose la de la vista gorda sobre su costo. Actúa como si los beneficios que recibe de los gobiernos salieran milagrosamente de la nada, aun a sabiendas de que eso no puede ser así. Se hace la sorda cuando escucha que esos beneficios solo son posibles gracias al esfuerzo productivo de los empresarios que administran y crean riqueza, que no hay ni puede haber derechos adquiridos sobre esos beneficios cuando se reciben sin contraprestación alguna, y que su cuantía tiene que ajustarse necesariamente al nivel riqueza que con el sudor de la frente produce la sociedad.
Mito 5) La salida a la crisis está en el aumento de los impuestos a los ricos. Hay varios problemas con esta solución. En primer lugar, entre los llamados ricos están tanto los creadores de riqueza como quienes la administran en forma por demás muchísimo mas eficientemente que políticos y gobiernos. Mayores impuestos sobre los ya muy elevados que existen simplemente desestimulan la creación de nueva riqueza, alteran la asignación de los recursos en favor de actividades menos productivas e incentivan la elusión y evasión tributaria. Pero además, le quita presión a los gobiernos para efectuar las reformas dirigidas a recortar el exceso de gasto y a hacerlo mas efectivo. Este mito es resultado de una generalizada subestimación de las inmensas dificultades y de los continuos esfuerzos que son inherentes a los procesos de creación de riqueza y de aumento en la capacidad adquisitiva de las poblaciones.
Mito 2) Los deudores morosos fueron unas inocentes víctimas. En realidad, ante la abundante liquidez previa a la crisis y las innumerables ofertas que estos deudores recibieron del sistema financiero, acudieron masivamente sin reparo alguno a sobre endeudarse y a tapar huecos financieros con otros huecos financieros mas profundos. Nadie los obligó a endeudarse. Se puede argumentar que el mercado les distorsionó su percepción de riesgo. Pero lo cierto es que la gran mayoría no fueron inocentes ovejas llevadas al abismo financiero por unos desalmados banqueros que les embutieron a la fuerza toda clase de préstamos. La gran mayoría de estos deudores lo hicieron movidos por su pequeña gran codicia, buscando sacar ventajas de las facilidades que les ofrecía el sector financiero. Abusaron hasta mas no poder de esas inusuales y temporales ventajas, sin medir las consecuencias a mas largo plazo.
Mito 3) Políticos y gobiernos fueron asaltados en su buena fe y poco o nada tuvieron que ver con la crisis. De todos los mitos este es el mas absurdo. Los políticos y los gobiernos y sus bancos centrales fueron los directos responsables de los problemas que se han presentado en la economía global desde 2008. Con gigantescos déficit fiscales permanentes y en medio de un entorno de políticas monetarias laxas que les permitió y todavía les permite financiar esos déficit en forma descarada, distorsionaron profundamente las percepciones de riesgo y las valoraciones inter temporales de los diferentes agentes económicos, tanto inversionistas como consumidores. Pero además extendieron beneficios sociales mucho mas allá de los recursos a su disposición, promoviendo una cultura de dependencia divorciada en forma creciente del esfuerzo productivo que se requiere para financiarlos.
Mito 4) La mayoría de la población fue espectadora pasiva en la generación de la crisis. Falso. Tuvo y tiene muchísimo que ver con la crisis. Es la que elige a los dirigentes políticos que emprenden irresponsables políticas monetarias y de gasto público. Es la que exige que el maná caiga del cielo haciéndose la de la vista gorda sobre su costo. Actúa como si los beneficios que recibe de los gobiernos salieran milagrosamente de la nada, aun a sabiendas de que eso no puede ser así. Se hace la sorda cuando escucha que esos beneficios solo son posibles gracias al esfuerzo productivo de los empresarios que administran y crean riqueza, que no hay ni puede haber derechos adquiridos sobre esos beneficios cuando se reciben sin contraprestación alguna, y que su cuantía tiene que ajustarse necesariamente al nivel riqueza que con el sudor de la frente produce la sociedad.
Mito 5) La salida a la crisis está en el aumento de los impuestos a los ricos. Hay varios problemas con esta solución. En primer lugar, entre los llamados ricos están tanto los creadores de riqueza como quienes la administran en forma por demás muchísimo mas eficientemente que políticos y gobiernos. Mayores impuestos sobre los ya muy elevados que existen simplemente desestimulan la creación de nueva riqueza, alteran la asignación de los recursos en favor de actividades menos productivas e incentivan la elusión y evasión tributaria. Pero además, le quita presión a los gobiernos para efectuar las reformas dirigidas a recortar el exceso de gasto y a hacerlo mas efectivo. Este mito es resultado de una generalizada subestimación de las inmensas dificultades y de los continuos esfuerzos que son inherentes a los procesos de creación de riqueza y de aumento en la capacidad adquisitiva de las poblaciones.