Después de nacionalizar el sector petrolero y de gas natural, Bolivia enfrenta dificultades para obtener inversión a largo plazo.
Ante todo Bolivia necesita de esa inversión para desarrollar sus reservas de gas natural. Con la política del gobierno de Evo Morales de nacionalizaciones en los sectores de hidrocarburos y de la minería, la inversión extranjera se retrajo durante 2006-2008. Con los bajos precios externos actuales del petróleo, gas natural y productos minerales, la falta de capital se ha vuelto aún más crítica.
En el caso del gas natural el gobierno boliviano le está implorando a los gobiernos de Rusia y Venezuela que ocupen el vacío dejado por compañías privadas tales como BP y Repsol. Está buscando que Gazprom de Rusia y PDVSA de Venezuela realicen las inversiones necesarias para garantizar un aumento en la producción y atender la creciente demanda de los países vecinos. Pero como señala un analista citado por el Financial Times: “Con excepción de Petrobras, las empresas estatales petroleras no son confiables en épocas difíciles. Bolivia está empeñada en utilizar gigantes con pies de barro”.
Por lo demás, Bolivia acaba de aprobar una nueva Constitución y no hay claridad sobre las reglas de juego hacía adelante. La percepción generalizada es que el gobierno puede impunemente, en el momento que se le antoje, romper con los contratos ya firmados. Cualquier parecido con Ecuador es pura coincidencia.
En el caso del gas natural el gobierno boliviano le está implorando a los gobiernos de Rusia y Venezuela que ocupen el vacío dejado por compañías privadas tales como BP y Repsol. Está buscando que Gazprom de Rusia y PDVSA de Venezuela realicen las inversiones necesarias para garantizar un aumento en la producción y atender la creciente demanda de los países vecinos. Pero como señala un analista citado por el Financial Times: “Con excepción de Petrobras, las empresas estatales petroleras no son confiables en épocas difíciles. Bolivia está empeñada en utilizar gigantes con pies de barro”.
Por lo demás, Bolivia acaba de aprobar una nueva Constitución y no hay claridad sobre las reglas de juego hacía adelante. La percepción generalizada es que el gobierno puede impunemente, en el momento que se le antoje, romper con los contratos ya firmados. Cualquier parecido con Ecuador es pura coincidencia.
Brasil, uno de los principales compradores del gas natural boliviano ha tomado medidas para aumentar su producción interna y reducir su dependencia en este suministro. Los retrasos en la construcción de un gasoducto a la Argentina han llevado a ese país a incrementar sus importaciones de gas natural licuado, no obstante el elevado costo de tales importaciones. Y lo mismo están considerando hacer Chile y Uruguay, para sustituir el gas boliviano que llega través de Argentina.
Bolivia es el segundo país de América Latina con las mayores reservas de gas natural después de Venezuela. Pero una cosa es tener las reservas y otra contar con el capital y la tecnología para explotarlas y comercializarlas debidamente.
Bolivia es el segundo país de América Latina con las mayores reservas de gas natural después de Venezuela. Pero una cosa es tener las reservas y otra contar con el capital y la tecnología para explotarlas y comercializarlas debidamente.