Ante los resultados negativos de la actividad económica, el banco central de Colombia bajo en otro punto básico su tasa de interés de intervención.
Dicha tasa pasó de 8% a 7%. En los dos últimos meses la disminución ha sido de 2 puntos básicos. Después de estas reducciones, le queda poco margen a las autoridades monetarias para continuar por este camino si se tiene en cuenta que la inflación anual es actualmente 6.47% y que el peso se está devaluando frente al dólar a una tasa anual cercana a 30% (lo que hace muy poco atractivo ahorrar en pesos).
Es indudable que las autoridades se preocuparon con los últimos datos de actividad económica. En enero de 2009, la producción industrial cayó 10,7% en relación con el mismo mes del año anterior, en lo que constituyó el sexto mes consecutivo de descenso. Año completo a enero la disminución fue de 4,8%.
En el caso de las ventas del comercio al por menor la caída en enero fue de 4,5% y año completo de 0,1%. Se trató del quinto mes consecutivo de disminución en las ventas del comercio.
Ahora bien, es poco probable que la reciente reducción en la tasa de interés de intervención del Banco de la República tenga un impacto significativo sobre el crecimiento económico. De hecho, no obstante los esfuerzos de las autoridades monetarias, las tasas anuales de interés del crédito ordinario y del crédito de consumo se han mantenido, sin mayores variaciones, en niveles aproximados a 17% y a 26%, respectivamente.
Por otro lado, la cartera neta del sistema financiero sigue desacelerándose: a mediados de marzo su tasa de aumento anual era de 14,5%, en tanto que hace un mes era de 16,1%, hace tres meses de 18,1% y hace un año de 23,1%. Es claro que, en las circunstancias actuales, la aversión al riesgo de las entidades financieras y de los deudores responsables va en aumento y difícilmente será compensada con bajas en las tasas.
Es indudable que las autoridades se preocuparon con los últimos datos de actividad económica. En enero de 2009, la producción industrial cayó 10,7% en relación con el mismo mes del año anterior, en lo que constituyó el sexto mes consecutivo de descenso. Año completo a enero la disminución fue de 4,8%.
En el caso de las ventas del comercio al por menor la caída en enero fue de 4,5% y año completo de 0,1%. Se trató del quinto mes consecutivo de disminución en las ventas del comercio.
Ahora bien, es poco probable que la reciente reducción en la tasa de interés de intervención del Banco de la República tenga un impacto significativo sobre el crecimiento económico. De hecho, no obstante los esfuerzos de las autoridades monetarias, las tasas anuales de interés del crédito ordinario y del crédito de consumo se han mantenido, sin mayores variaciones, en niveles aproximados a 17% y a 26%, respectivamente.
Por otro lado, la cartera neta del sistema financiero sigue desacelerándose: a mediados de marzo su tasa de aumento anual era de 14,5%, en tanto que hace un mes era de 16,1%, hace tres meses de 18,1% y hace un año de 23,1%. Es claro que, en las circunstancias actuales, la aversión al riesgo de las entidades financieras y de los deudores responsables va en aumento y difícilmente será compensada con bajas en las tasas.
O sea que la mayor liquidez que actualmente están proporcionando las autoridades monetarias terminará beneficiando principalmente al gobierno nacional, porque le facilitará financiar su creciente déficit.