Está disponible la actualización de las proyecciones a largo plazo de la economía colombiana (versión de junio).
Se prevé para 2017 un crecimiento del PIB de 1.7% y una recuperación no muy vigorosa en los años siguientes. Se ratifica que el proceso de desaceleración de la economía colombiana pudo haber tocado fondo en el primer semestre de este año. Para obtener el informe haga click en:
Si bien no se vislumbra fuentes especiales de crecimiento, lo cierto es que ya se ha dado buena parte del proceso de ajuste en las cuentas macroeconómicas que se inició a comienzos de 2015 luego del desplome de los precios internacionales del petróleo, carbón y otros productos básicos, y de la profundización de la crisis de algunas economías vecinas.
Pese a ese desplome de sus ingresos externos, Colombia ha logrado mantener su grado de inversión con las calificadoras internacionales, estabilizar su tasa de cambio, conservar un alto nivel de reservas internacionales, controlar brotes inflacionarios y generar un entorno favorable para adoptar hacia el segundo semestre de 2017 una política monetaria mas expansiva.
La mayor solidez en el frente macroeconómico se traducirá en un entorno mas favorable para la inversión. Sin embargo, no hay que perder de vista que el mayor endeudamiento actual de empresas y hogares será un obstáculo en el camino de una mas acelerada recuperación. Adicionalmente, todavía no hay indicios claros sobre una eventual aceleración del crecimiento de la economía global.
De manera que los mas razonable en el caso de la economía colombiana es proyectar una lenta recuperación que llevaría a un aumento del PIB de 2,5% en 2018 y superior a 3% en 2019, para aterrizar en un promedio anual de 4% en los años siguientes.
Si bien no se vislumbra fuentes especiales de crecimiento, lo cierto es que ya se ha dado buena parte del proceso de ajuste en las cuentas macroeconómicas que se inició a comienzos de 2015 luego del desplome de los precios internacionales del petróleo, carbón y otros productos básicos, y de la profundización de la crisis de algunas economías vecinas.
Pese a ese desplome de sus ingresos externos, Colombia ha logrado mantener su grado de inversión con las calificadoras internacionales, estabilizar su tasa de cambio, conservar un alto nivel de reservas internacionales, controlar brotes inflacionarios y generar un entorno favorable para adoptar hacia el segundo semestre de 2017 una política monetaria mas expansiva.
La mayor solidez en el frente macroeconómico se traducirá en un entorno mas favorable para la inversión. Sin embargo, no hay que perder de vista que el mayor endeudamiento actual de empresas y hogares será un obstáculo en el camino de una mas acelerada recuperación. Adicionalmente, todavía no hay indicios claros sobre una eventual aceleración del crecimiento de la economía global.
De manera que los mas razonable en el caso de la economía colombiana es proyectar una lenta recuperación que llevaría a un aumento del PIB de 2,5% en 2018 y superior a 3% en 2019, para aterrizar en un promedio anual de 4% en los años siguientes.