El presidente de Colombia Álvaro Uribe telefoneó a Bill Clinton para que el ex presidente intercediera ante Obama en el tema de la aprobación del TLC de Estados Unidos con Colombia. La posición que finalmente adopte Obama frente a este acuerdo será un primer indicio acerca de la política que seguirá su administración frente al comercio exterior. Por ahora, se conoce la opinión de la poderosa organización sindical AFL-CIO. Para Thea Lee, director de políticas de esa organización, “es ridículo siquiera considerar la posibilidad de su aprobación.” Pero, por otro lado, una coalición de 1.000 empresas, cámaras de comercio y grupos industriales urgió a Obama impulsar la aprobación de los TLC de Colombia y Panamá, en las actuales sesiones legislativas. A su vez, el nuevo jefe de Staff de Obama, Rahm Emanuel, sugirió que el TLC de Colombia no era un tema urgente o prioritario dentro de la agenda legislativa.

Como sea, lo cierto es que Obama no ha expresado ningún interés positivo por Colombia y que el ambiente entre varios de sus colaboradores es relativamente hostil hacía este país. Sería realmente una sorpresa para todo el mundo que Obama optara por apoyar el TLC de Colombia. Iría en contravía de lo que ha dicho en relación con estos acuerdos y a favor de proteger los intereses de los grandes sindicatos de su país. Ahora bien, si la principal economía del planeta se enrumba por el camino del proteccionismo, debe esperar retaliaciones en el resto del mundo. Y si eso sucede, la crisis económica mundial se acentuará y se prolongará, tal como pasó en los años treinta cuando sobrevino una ola proteccionista que nadie pudo detener.