Las acciones de General Motors volvieron a caer con la noticia de que el Deutsche Bank había valorado el patrimonio de la empresa en cero dólares. Por otro lado, las bancadas demócrata y republicana no se han puesto de acuerdo con el paquete de estímulo, dentro del cual se incluirían unos préstamos de rescate para General Motors y Ford. Y una de las razones para la falta de acuerdo entre las dos bancadas es que los republicanos han condicionado su apoyo a ese paquete de estímulo a la votación del TLC de Colombia. El compromiso de campaña de Obama fue el de rescatar a las dos empresas automotoras. Obama adquirió el compromiso gracias a la presión de los sindicatos de las dos automotoras. Muchos argumentan que lo mejor que le puede pasar a las dos empresas es el de declararse en bancarrota (la de protegerse contra los acreedores) y seguir operando sin las cargas laborales y financieras actuales. Los sindicatos se oponen a esta alternativa porque se ven obligados a echar para atrás toda clase de concesiones ya adquiridas. De manera que, en resumen, Colombia está metida en medio del proyecto de ley más importante de la próxima legislatura del Congreso de Estados Unidos.