Según varios analistas, el sueño de Dubai, digno de las Mil y Una Noches, está llegando a su fin.
Durante los últimos cuatro años de bonanza petrolera, Dubai se ha endeudado con sus vecinos y los bancos internacionales para emprender un gran desarrollo urbanístico que incluye la torre más alta del mundo y otros ambiciosos proyectos. Dubai también intentó diversificar su economía con inversiones en otros países.
En esos cuatro años, los precios de la finca raíz en Dubai se cuadruplicaron, pero en septiembre de 2008 experimentaron una caída. Por otro lado, las inversiones y préstamos de países petroleros vecinos y de Rusia se han reducido significativamente. Todo lo anterior ha llevado a un despertar abrupto. Dubai está teniendo dificultades para conseguir la financiación que requiere para completar varios de sus proyectos. Y es alta la exposición de varias entidades financieras internacionales, incluido HSBC Holdings Plc. Si se consolida la tendencia a la baja en el precio internacional del petróleo, uno de sus vecinos Abu Dhabi, podría salir al rescate, pero desde ahora el gobierno de ese país ha hecho saber que de ninguna manera dará cheques en blanco.