Una gran contracción económica al lado de la mayor inflación del planeta. ¿Habrá cesación de pagos de su deuda soberana?
Según el Fondo Monetario Internacional (FMI) la economía venezolana “está implosionando”. Su director para América Latina Alejandro Werner indicó que en 2015 la contracción de la actividad económica fue de 10% y se espera que sea de 8% en 2016. Esto no es una recesión sino una depresión económica de magnitudes pocas veces vistas en países de la región.
Pronostica el FMI que la inflación anual pasará de 200% en 2015 a 700% en 2016. Werner se salió por la tangente cuando fue preguntado si Venezuela entrará en cesación de pagos con sus obligaciones de deuda al afirmar que el gobierno de Caracas “ha demostrado claramente su voluntad de pagar”.
En realidad desde la época de Hugo Chávez Venezuela había entrado en cesación de pagos con toda clase de deudas comerciales. Sólo los ingenuos continuaron vendiéndole a crédito a un país sin convertibilidad cambiaria, hipotecado a China y con una capacidad de pago cada vez mas comprometida.
Sin reservas internacionales, con los anaqueles de los supermercados y almacenes vacíos, con una parte significativa del sector productivo destruido y con la otra parte a media marcha por la falta de insumos, no hay un camino fácil por medio de la cual la economía venezolana salga del insólito atolladero en la que se encuentra.
Es mas, todo apunta a que no se ha tocado fondo, especialmente por la evolución negativa de los precios internacionales del petróleo. Ahora lo que está en juego es el pago de los bonos internacionales del gobierno y de PDVSA.
Con los actuales precios internacionales del petróleo, que en el caso de las canasta venezolana se sitúan por debajo de US$25 barril, no hay forma de evitar el continuado desangre de PDVSA (la “vaca lechera” del régimen chavista), ni quedan recursos para pagar lo mucho que se debe a los acreedores, ni las deudas externas próximas a vencerse.
Pronostica el FMI que la inflación anual pasará de 200% en 2015 a 700% en 2016. Werner se salió por la tangente cuando fue preguntado si Venezuela entrará en cesación de pagos con sus obligaciones de deuda al afirmar que el gobierno de Caracas “ha demostrado claramente su voluntad de pagar”.
En realidad desde la época de Hugo Chávez Venezuela había entrado en cesación de pagos con toda clase de deudas comerciales. Sólo los ingenuos continuaron vendiéndole a crédito a un país sin convertibilidad cambiaria, hipotecado a China y con una capacidad de pago cada vez mas comprometida.
Sin reservas internacionales, con los anaqueles de los supermercados y almacenes vacíos, con una parte significativa del sector productivo destruido y con la otra parte a media marcha por la falta de insumos, no hay un camino fácil por medio de la cual la economía venezolana salga del insólito atolladero en la que se encuentra.
Es mas, todo apunta a que no se ha tocado fondo, especialmente por la evolución negativa de los precios internacionales del petróleo. Ahora lo que está en juego es el pago de los bonos internacionales del gobierno y de PDVSA.
Con los actuales precios internacionales del petróleo, que en el caso de las canasta venezolana se sitúan por debajo de US$25 barril, no hay forma de evitar el continuado desangre de PDVSA (la “vaca lechera” del régimen chavista), ni quedan recursos para pagar lo mucho que se debe a los acreedores, ni las deudas externas próximas a vencerse.