Los últimos resultados de la investigación de la Securities and Exchange Commission (SEC) indican que son pocos los activos que respaldan las deudas de las empresas de Allen Stanford.
La SEC, en una reformulación de su demanda, sostuvo que por lo menos durante una década Allen Stanford y James Davis ejecutaron un “masivo esquema Ponzi” con las compañías que administraban. En dicha reformulación la SEC sostiene que Stanford y Davis se apropiaron de por lo menos US$1.600 millones del dinero de los inversionistas a través de auto préstamos e invirtieron una suma no determinada de los fondos de los inversionistas en negocios privados no rentables de Stanford.
Simultáneamente, en un intento por esconder su conducta fraudulenta, falsificaron los estados financieros de Stanford International Bank (SIB), cuya sede queda en Antigua. Básicamente inflaron los rendimientos del portafolio de inversión del banco. Cada mes, Stanford y Davis determinaban cuál sería el retorno sobre del portafolio y posteriormente ajustaban la contabilidad del banco para reflejarlo en los balances.
De otra parte, Ralph Janvey, el abogado que recibió el encargo de administrar Stanford Group, le dijo a la corte federal que el grupo enfrenta una aguda crisis de liquidez. Señaló que se recuperarán cientos de millones de dólares, en lugar de los billones de dólares que depositaron los inversionistas. Janvey le informó a la corte que está buscando liberar, para finales de marzo, las cuentas menores a US$100.000.
En otra noticia, el senado de Antigua tomó la decisión de expropiar las propiedades de Allen Stanford en la isla. Anteriormente las autoridades de la isla tomaron control de Stanford International Bank (SIB) y de Stanford Trust Company y nombraron a firma inglesa de abogados Vantis Business Recovery Services como la encargada de administrar ambas entidades. Estas mismas autoridades ya habían expropiado a Bank of Antigua, que hasta ese momento tenía depósitos de US$400 millones, pertenecientes en buena parte a habitantes locales.
En realidad, ahora se inicia un complicado proceso de negociación entre Ralph Janvey y Vantis Business Recovery Services relacionados con los activos de SIB y Stanford Trust. Las autoridades de Antigua y Bermuda están empeñadas en recuperar los depósitos de los inversionistas locales, como condición previa para seguir adelante con la devolución de los depósitos de los demás inversionistas. Y, por otro lado, está la muy incierta situación de los inversionistas de países latinoamericanos en Antigua. Al no estar amparados por la ley de Estados Unidos, se encuentran en desventaja a la hora del reparto de las migajas.
Simultáneamente, en un intento por esconder su conducta fraudulenta, falsificaron los estados financieros de Stanford International Bank (SIB), cuya sede queda en Antigua. Básicamente inflaron los rendimientos del portafolio de inversión del banco. Cada mes, Stanford y Davis determinaban cuál sería el retorno sobre del portafolio y posteriormente ajustaban la contabilidad del banco para reflejarlo en los balances.
De otra parte, Ralph Janvey, el abogado que recibió el encargo de administrar Stanford Group, le dijo a la corte federal que el grupo enfrenta una aguda crisis de liquidez. Señaló que se recuperarán cientos de millones de dólares, en lugar de los billones de dólares que depositaron los inversionistas. Janvey le informó a la corte que está buscando liberar, para finales de marzo, las cuentas menores a US$100.000.
En otra noticia, el senado de Antigua tomó la decisión de expropiar las propiedades de Allen Stanford en la isla. Anteriormente las autoridades de la isla tomaron control de Stanford International Bank (SIB) y de Stanford Trust Company y nombraron a firma inglesa de abogados Vantis Business Recovery Services como la encargada de administrar ambas entidades. Estas mismas autoridades ya habían expropiado a Bank of Antigua, que hasta ese momento tenía depósitos de US$400 millones, pertenecientes en buena parte a habitantes locales.
En realidad, ahora se inicia un complicado proceso de negociación entre Ralph Janvey y Vantis Business Recovery Services relacionados con los activos de SIB y Stanford Trust. Las autoridades de Antigua y Bermuda están empeñadas en recuperar los depósitos de los inversionistas locales, como condición previa para seguir adelante con la devolución de los depósitos de los demás inversionistas. Y, por otro lado, está la muy incierta situación de los inversionistas de países latinoamericanos en Antigua. Al no estar amparados por la ley de Estados Unidos, se encuentran en desventaja a la hora del reparto de las migajas.