Esto fue lo que dijo el dirigente de la oposición venezolana Leopoldo López antes de que lo aprehendieran. El gobierno venezolano es el responsable de los asesinatos de manifestantes desarmados.

 

En lo que es una burla a cualquier esquema democrático de gobierno y a la misma Constitución de Venezuela, el presidente de la Asamblea Diosdado Cabello fue el encargado de aprehender a López y de enjuiciarlo. Pero un momento. ¿Acaso la Asamblea no hace parte de la rama legislativa? ¿Qué hacía entonces Cabello haciendo las veces de policía y de juez? Dicen que estaba ahí para garantizar que los funcionarios obedecieran al pie de la letra sus órdenes. ¿Y aquello de la separación de poderes? Al carajo, tal como ha sido lo usual en Venezuela desde hace 15 años. 

 

Este siniestro personaje es el promotor responsable de los grupos de malandros, uniformados y sin uniforme, que han baleado, asesinado y herido a manifestantes desarmados y pacíficos y es por lo tanto, uno de los principales culpables de esas muertes.

En Venezuela la prensa está maniatada y amordazada. Aparte de algunos valientes periodistas que con pocos recursos intentan sacar a la luz pública lo que ocurre, el resto para su vergüenza callan. Son los vendidos al dinero y a las prebendas oficiales. Les compraron el uso de la vista, de los oídos y de la lengua. Allá ellos.

Regímenes dictatoriales como el de Venezuela solo se desploman en la calle. No hay otra forma. Se roban y compran las elecciones. Centralizan en unas mismas manos todos los poderes públicos. Coartan no solo la libertad de expresión sino las demás libertades políticas y económicas. Utilizan la fuerza bruta para reprimir.

Quienes en el exterior piden que cese la violencia en Venezuela tendrían que ser mas específicos sobre a quién le hacen la solicitud. Después de todo, es solo una de las partes la que está armada hasta los dientes y la que ha usado sus balas para asesinar, herir y amedrentar a quienes protestan desarmados y en forma pacífica.

Es realmente patético leer los comunicados de muchos gobiernos y organismos internacionales al respecto, en los cuales se supone que son las dos partes, y no una de ellas, las que están comprometidas con la violencia. Mejor que se abstengan de pronunciarse y evitar así hacer el ridículo.

No hay otra salida que la calle. La calle es de todos y todos tienen derecho a estar en ella. El gobierno no puede impedirle a la gente que use las calles pacíficamente. López señaló el camino.