En 2015 el valor de las exportaciones de bienes cayó 34.9% frente a 2014. De US$54.795 millones pasaron a US$35.691 millones.
En cantidad (toneladas métricas) el descenso fue de apenas 11,1%, lo que indica que la mayor parte del desplome se originó en una fuerte disminución de los precios internacionales de los bienes exportables, o lo que es lo mismo, en un significativo deterioro de los términos de intercambio.
De hecho, los ingresos por concepto de exportaciones tradicionales se redujeron en 44%. Las de petróleo y sus derivados disminuyeron 50,8% (US$14,239 millones en 2015 frente a US$28.927 millones en 2014). A su vez, las de carbón cayeron 33% (US$4.560 millones frente a US$6.810 millones), en tanto que las de oro 31,2% (US$1.091 millones frente a US$1.587 millones) y las de ferroníquel 32,9% (US$430 millones frente a US$641 millones).
Entre las tradicionales solamente las exportaciones de café registraron un aumento de 2,2% al pasar de US$2.473 millones en 2014 a US$2.527 millones en 2015. Si bien los precios internacionales del grano disminuyeron, la cantidad exportada aumentó 15,1%.
Entre las principales exportaciones no tradicionales, todas experimentaron descensos. El desempeño por orden de importancia fue el siguiente: plantas y productos de la floricultura –5,6% (US$1.309 millones en 2015); banano –3,2% ( US$890 millones); plásticos en formas primarias –15,4% (US$882 millones); productos perfumería y aseo –10% (US$616 millones); azúcares y confites –25,5% (US$611 millones); confecciones –6,5% (US$555 millones); productos farmacéuticos –3,8% (US$509 millones); vehículos –8,4% (US$504 millones); hierro y acero –35,4% (US$499 millones); y papel y cartón y sus productos –17.9% (US$414 millones).
En relación con los principales mercados de destino el comportamiento fue negativo en todos ellos: Estados Unidos –30,6% (US$14.200 millones en 2015); Unión Europea –36,1% (US$6.008 millones); Panamá -33,8% (US$2.394 millones); China –60,7% (US$2.264 millones); Ecuador –24% (US$1.433 millones); Brasil –26,7% (US$1.190 millones); Perú –3,2% (US$1.148 millones); y Venezuela –46,6% (US$1.060 millones).
Es indudable que la fuerte devaluación que ha sufrido el peso colombiano desde finales de 2014 estimulará eventualmente la actividad exportadora y en especial la no tradicional. El pronóstico es que la tasa de cambio real permanecerá por varios años en niveles competitivos por cuanto las exportaciones de petróleo y carbón han ingresado a un ciclo de larga duración de precios internacionales bajos y dado que la corrección de la actual brecha en las cuentas externas del país así lo requiere.
De hecho, los ingresos por concepto de exportaciones tradicionales se redujeron en 44%. Las de petróleo y sus derivados disminuyeron 50,8% (US$14,239 millones en 2015 frente a US$28.927 millones en 2014). A su vez, las de carbón cayeron 33% (US$4.560 millones frente a US$6.810 millones), en tanto que las de oro 31,2% (US$1.091 millones frente a US$1.587 millones) y las de ferroníquel 32,9% (US$430 millones frente a US$641 millones).
Entre las tradicionales solamente las exportaciones de café registraron un aumento de 2,2% al pasar de US$2.473 millones en 2014 a US$2.527 millones en 2015. Si bien los precios internacionales del grano disminuyeron, la cantidad exportada aumentó 15,1%.
Entre las principales exportaciones no tradicionales, todas experimentaron descensos. El desempeño por orden de importancia fue el siguiente: plantas y productos de la floricultura –5,6% (US$1.309 millones en 2015); banano –3,2% ( US$890 millones); plásticos en formas primarias –15,4% (US$882 millones); productos perfumería y aseo –10% (US$616 millones); azúcares y confites –25,5% (US$611 millones); confecciones –6,5% (US$555 millones); productos farmacéuticos –3,8% (US$509 millones); vehículos –8,4% (US$504 millones); hierro y acero –35,4% (US$499 millones); y papel y cartón y sus productos –17.9% (US$414 millones).
En relación con los principales mercados de destino el comportamiento fue negativo en todos ellos: Estados Unidos –30,6% (US$14.200 millones en 2015); Unión Europea –36,1% (US$6.008 millones); Panamá -33,8% (US$2.394 millones); China –60,7% (US$2.264 millones); Ecuador –24% (US$1.433 millones); Brasil –26,7% (US$1.190 millones); Perú –3,2% (US$1.148 millones); y Venezuela –46,6% (US$1.060 millones).
Es indudable que la fuerte devaluación que ha sufrido el peso colombiano desde finales de 2014 estimulará eventualmente la actividad exportadora y en especial la no tradicional. El pronóstico es que la tasa de cambio real permanecerá por varios años en niveles competitivos por cuanto las exportaciones de petróleo y carbón han ingresado a un ciclo de larga duración de precios internacionales bajos y dado que la corrección de la actual brecha en las cuentas externas del país así lo requiere.