Una ola de frío recorre el planeta luego de la terminación de un muy fuerte fenómeno climatológico El Niño que trajo consigo durante 2015-2016 un elevado calentamiento global.

 

Grandes festejos entre los auto denominados “expertos” del cambio climático porque en meses anteriores se había presentado un significativo aumento de las temperaturas globales. Pero resulta que ese aumento no fue producido por la actividad humana sino especialmente por El Niño, tal como también sucedió durante 1997-1998.

Una vez terminado este fenómeno, las temperaturas globales se han desplomado a niveles cercanos a las del promedio de 1973-1998. La agudización de la actual ola de frío dependerá de la fortaleza de otro fenómeno climatológico, el de La Niña. Por ahora parece que La Niña, que se prolongará durante el primer trimestre de 2017, se mantendrá relativamente débil.

Según Anthony Watts, “fuertes El Niño siempre han tenido un gran impacto sobre el clima global, disparando temperaturas muy superiores a las normales. El Niño de 2015-2016 fue el mas fuerte desde que se llevan mediciones precisas, con temperaturas en el Océano Pacífico 3 grados centígrados mas calientes que lo usual” (WUWT, noviembre 28 de 2016). Y agrega que aunque el fenómeno opuesto de La Niña está llevando a temperaturas bajas, su impacto no se reflejará del todo en las mediciones de 2016, porque El Niño solo se esfumó hacia mediados de este año.

De manera que escucharemos a los “expertos” del cambio climático repetirnos que 2016 fue otro año de calentamiento global, sin que realmente especifiquen que la causa principal fue El Niño. Así de sesgados son quienes se han convertido en descarados traficantes propagandísticos de este muy complejo tema.