En las elecciones de octubre de 2011 el Partido de la U y el Partido Conservador perdieron. Las coaliciones fueron las grandes triunfadoras.
¡Qué popurrí de coaliciones para estas elecciones! Aquí, los unos con los otros contra aquellos unos y aquellos otros. Allá los otros con aquellos otros contra los unos y aquellos unos. En ese otro sitio los otros y aquellos unos contra los unos y aquellos otros. Más allá los unos con los otros y con aquellos otros contra aquellos unos. Y así como de nunca acabar con las distintas combinaciones de alianzas.
Esas alianzas desdibujaron casi por completo a los dos partidos triunfadores en las elecciones presidenciales de hace año y medio. La política del Presidente Juan Manuel Santos de hacer un gobierno de “unidad nacional” consistente en meter a todas las corrientes políticas del país en una misma olla, la del gobierno nacional, produjo indudablemente sus resultados.
En muchos sitios representativos estos dos partidos fueron abiertamente derrotados. En otros ganaron, pero desdibujados en medio de unas coaliciones con marcas que no son los suyas.
Después de estas elecciones se llega a la conclusión que en Colombia siguen sin consolidarse los partidos políticos. Lo que hay es una proliferación de grupos y grupúsculos, todos en plan de vender hasta el alma para no quedar por fuera de la administración pública. No hay estructuras partidistas sólidas.
Los caciques locales y regionales cambian de aliados y de afiliación política con una facilidad pasmosa según por donde vaya el agua del molino. Las votaciones se vinculan a personas y no a los partidos. Cada líder político que tenga a su haber alguna votación medianamente alta funda su propio partidito.
Poco ha contribuido Santos para fortalecer a los partidos. Al contrario, al meter en el mismo redil a todos, y al desestimular el surgimiento de una oposición a su gobierno con la repartición a diestra y siniestra de las migajas de poder, ha creado un ambiente en el cual lo de menos son las lealtades partidistas y poca o ninguna diferencia hace el desempeño de los partidos en las urnas. Definitivamente, como en el título de una viejísima canción de Cole Porter, en la política colombiana “anything goes”.
(Advertencia: lanota.com sólo utiliza este nombre. No tiene relación alguna con portales o empresas que emplean la palabra lanota en otras combinaciones de nombres).
Esas alianzas desdibujaron casi por completo a los dos partidos triunfadores en las elecciones presidenciales de hace año y medio. La política del Presidente Juan Manuel Santos de hacer un gobierno de “unidad nacional” consistente en meter a todas las corrientes políticas del país en una misma olla, la del gobierno nacional, produjo indudablemente sus resultados.
En muchos sitios representativos estos dos partidos fueron abiertamente derrotados. En otros ganaron, pero desdibujados en medio de unas coaliciones con marcas que no son los suyas.
Después de estas elecciones se llega a la conclusión que en Colombia siguen sin consolidarse los partidos políticos. Lo que hay es una proliferación de grupos y grupúsculos, todos en plan de vender hasta el alma para no quedar por fuera de la administración pública. No hay estructuras partidistas sólidas.
Los caciques locales y regionales cambian de aliados y de afiliación política con una facilidad pasmosa según por donde vaya el agua del molino. Las votaciones se vinculan a personas y no a los partidos. Cada líder político que tenga a su haber alguna votación medianamente alta funda su propio partidito.
Poco ha contribuido Santos para fortalecer a los partidos. Al contrario, al meter en el mismo redil a todos, y al desestimular el surgimiento de una oposición a su gobierno con la repartición a diestra y siniestra de las migajas de poder, ha creado un ambiente en el cual lo de menos son las lealtades partidistas y poca o ninguna diferencia hace el desempeño de los partidos en las urnas. Definitivamente, como en el título de una viejísima canción de Cole Porter, en la política colombiana “anything goes”.
(Advertencia: lanota.com sólo utiliza este nombre. No tiene relación alguna con portales o empresas que emplean la palabra lanota en otras combinaciones de nombres).